El fin del mundo sería el 21 de noviembre de 2011

Los profetas de desastres vuelven a pronosticar el momento fatídico. Esta vez aseguran que el cometa Elenin chocará contra la Tierra este 11 de noviembre.

Ahora se trata del 11-11-11, o sea la combinación del mes 11 con el día 11 del año 11. Lo cual realmente no es 11, ya que el 2011 se convierte en 4 según la Numerología (2011 = 2 + 0 + 1 + 1 = 4, pues todos los números se reducen a una sola cifra al efectuar cálculos numerológicos).

Esta vez la historia se repite, como hace algunos meses un predicador octogenario de una secta cristiana alarmó a muchos anunciando que ese día “se acababa el mundo”. Sin embargo, nada pasó.

En esta ocasión se asegura que será el choque del cometa Elenin contra la Tierra el que provocará la destrucción del planeta el 21 de noviembre del 2011.

Pero el gran error que cometen muchos de los llamados “profetas de la catástrofe” es no ver el conjunto, sino particularizar en algo que les llame la atención y a partir de esa noción elaborar sus teorías.

Éste es el problema clásico del llamado “fundamentalismo religioso”, que toma al pie de la letra las escrituras de sus respectivas religiones sin darse cuenta el momento histórico en que fueron escritas. Y como en muchos casos hay metáforas y parábolas que son simplemente eso, y no hechos históricos.

ACABARÁ EL MUNDO, PERO EN BILLONES DE AÑOS

Según el desaparecido astrónomo y astrofísico Carl Sagan, el fin del mundo llegará pero será en unos cuantos billones de años.

“Dentro de varios miles de millones de años habrá un día perfecto. Entonces, a partir de un período de millones de años el Sol comenzará a hincharse, la Tierra se calentará, la mayoría de las formas de vida desaparecerán, el mar se retirará dejando libres las costas, los océanos comenzarán a evaporarse y la atmósfera escapará al espacio. A medida que el Sol avance hacia una gran estrella roja y gigantesca, la Tierra se secará, quedará árida, sin aire. Eventualmente el Sol tragará nuestro mundo y todo habrá acabado”, afirmó en su momento Sagan en su obra “Cosmos”.