La mala fama de las papas como alimentos que engordan podría ser infundada. Un estudio científico revela que el consumo moderado del tubérculo reduce la presión arterial y no produce aumento de peso.
El trabajo, dirigido por el doctor Joe Vinson de la Universidad de Stranton de Pensilvania, fue presentado hoy en el Encuentro Anual de la Sociedad Química de EE.UU. (ACS, por su sigla en inglés) que se celebra en Denver, Colorado.
“La papa, más si cabe que cualquier otra verdura, tiene una inmerecida mala reputación que ha llevado a mucha gente que busca una alimentación sana a eliminarla de su dieta”, explicó Vinson.
Vinson indicó que “en realidad, cuando se prepara sin freír y sin mantequilla, una papa solo tiene 110 calorías y docenas de saludables fitoquímicos y vitaminas. Nuestro estudio espera ayudar a rehacer la imagen popular nutricional de la papa”.
La investigación se realizó con tubérculos preparados en el microondas sin mayonesa ni ketchup, las salsas preferidas por los consumidores. Dieciocho pacientes con sobrepeso y alta presión arterial comieron entre 6 y 8 papas dos veces al día durante un mes.
Tras esta dieta, el equipo de Vinson halló que la presión arterial media diastólica se había reducido un 4,3 % y la sistólica un 3,5 % y ninguno de los sujetos del estudio había ganado peso.
El estudio explicó que, debido a las altas temperaturas empleadas en su preparación, el acto de freír las papas destruye la mayor parte de las sustancias saludables.
Vinson aseguró que según los resultados obtenidos, la manera más sana de preservar los nutrientes de la patata es “cocida simplemente en el microondas”.