¿Su hijo o hija «pierde» con facilidad sus útiles escolares, trae los cuadernos rotos o maltratados? Y, si es adolescente, ¿se aísla o tiene explosiones de ira o tristeza sin razón? ¿Trae golpes o magulladuras? ¿Está irritable o triste? Si ha respondido que sí a más de una de estas preguntas, su hijo puede estar siendo víctima del acoso de sus compañeros o del «Bullying».
Según el psicólogo Manuel Saravia, estar atento a los cambios drásticos de conducta en el niño o adolescente podría ayudarnos a detectar el bullying y tratarlo a tiempo. Si, por ejemplo, el niño baja su rendimiento escolar, se muestra irritable, pierde el apetito o tiene mucha hambre, o le cuesta mucho levantarse de la cama, tenga cuidado.
Otra de las señales es la somatización: dolores de cabeza, de estómago o estómago flojo, aunque no son señales de bullying en sí mismas, junto a otros signos sí pueden indicar que existe algún problema.
Si se trata de un niño, este de pronto quiere estar siempre acompañado a la salida. Si es adolescente quizá no asista a la escuela, dice esta vez María Espinoza, gerente nacional de programas de Plan Internacional Perú.
Existen varios factores de riesgo que hacen que un niño o chico sea víctima de bullying. Uno de ellos es que sea hijo único. Esto porque tienden a ser sobreprotegidos por los padres, lo que no les permite el correcto desarrollo de sus habilidades sociales.
Existen perfiles
Otro candidato a ser «el punto» de la escuela es, por ejemplo, el chico o niño que acusa a sus compañeros ante una mala conducta. El tímido de la clase, el aplicado, el callado, el solitario o aquel que presenta cualquier tipo de diferencia frente al resto, también puede convertirse en víctima, advierte Saravia. Una persona afectada por bullying o maltrato de sus compañeros en el colegio podría serlo nuevamente en otros ámbitos, como la universidad, el instituto o hasta en el trabajo. Ello porque no ha aprendido a defender sus derechos y no se ha trabajado con él en fortalecer su autoestima.
¿Qué hacer? La posibilidad de un cambio de escuela solo debe considerarse cuando la integridad del menor esté en riesgo. De lo contrario, la mejor opción es resolver el problema, opina Vivian Landázuri, de la Asociación Convivencia en Paz (Cepaz), que trabaja en la prevención del bullying. Se tiene que enseñar al niño a defenderse pero no con violencia, sino inculcarle las habilidades que le permitan denunciar estos hechos, además del trabajo con su autoestima. De hecho, esto tendría que ser un curso en la escuela, algo en que los especialistas coinciden.
Claves
Antes de fin de año todos los colegios públicos del país deberán tener listos sus planes de convivencia, para prevenir y reducir casos de bullying o acoso escolar, informó el Ministerio de Educación. Los maestros deben detectar a los niños víctimas y agresores para luego aplicar una estrategia de acuerdo a su realidad.
Fuente: La República.pe