El día Mundial del agua fue instituido por la Organización de las naciones Unidas en 1993 y señala el 22 de marzo como fecha central cuidada y preservada para el bien de la humanidad.
Hasta hace poco y por constituir un bien natural no tomábamos conciencia de su trascendencia y era utilizada indiscriminadamente e irracionalmente en los hogares, industrias y hasta en el estado natural en que se encuentra; sin embargo últimamente los organismos internacionales y los gobiernos están propiciando el uso racional y el cuidado que debemos brindarle.
El agua es el líquido esencial y necesario para la vida sobre la tierra, y junto con el aire constituyen el binomio de la supervivencia terrenal y principalmente de la humana.
En nuestro planeta las tres cuartas partes de su superficie es agua Las reservas de agua de la Tierra se distribuyen así: Océanos y mares (97%), Casquetes polares y glaciares (2%), Aguas subterráneas (0,75%), y Ríos y lagos (0,25%).
Según expertos de organismos internacionales señalan que más de la sexta pare de la población mundial no dispone de un acceso garantizado a este recurso en condición de potable inclusive en donde aparentemente hay agua de sobra la población mundial no dispone de este servicio; además este problema tiende a agudizarse.
Todas las personas necesitan consumir de 2 a 4 litros de agua al día. Pero se requieren de 2 000 a 5 000 litros de agua para producir los alimentos diarios de cada persona. Para avanzar hacia una alimentación más sostenible, se debería producir más alimentos utilizando menos agua, reducir el desperdicio y las pérdidas.
En ciertas poblaciones de la periferia de las capitales de las ciudades, carecen de servicios básicos de agua y desagüe siendo sus habitantes los más pobres, aunque parezca paradójico, son los que gastan más en obtenerla, y las condiciones en que la hacen no son las más adecuadas.
La situación es preocupante y muchos expertos consideran la cuestión del agua como el desafío más importante que debe afrontarla humanidad en el siglo XXI.