Un niño anémico está pálido, desganado, sin apetito y con sueño, y eso le generará problemas de aprendizaje y rendimiento físico, por lo que deben retirarse de su dieta las golosinas e incluir alimentos ricos en hierro, aconsejaron hoy especialistas del Instituto Nacional de Salud (INS).
El nutricionista del INS Axel Ruiz Guillén instó a los padres de familia evitar que sus hijos consuman golosinas y promover, en cambio, alimentos ricos en hierro, dado que la anemia se incrementó en la zona rural a 32 por ciento y en la zona urbana a 28 por ciento.
“Además de la deficiencia del consumo de alimentos ricos en hierro de origen animal, la anemia se ha incrementado porque los niños consumen productos ultraprocesados como gaseosas, néctares, helados, embutidos, cremas pasteleras, caramelos, snacks, los cuales ocasionan la pérdida de apetito”, señaló el especialista en nutrición.
Ruiz explicó que los alimentos de origen animal ricos en hierro son: hígado, bazo, pulmón, riñón, corazón, sangrecita, relleno, carnes rojas, pescado de carne oscura y choros.
Asimismo, este mineral se halla presente en alimentos de origen vegetal, como: frijoles, lentejas, habas secas, quinua, kiwicha, cebada, maca, espinaca, albahaca y las pasas.
“Estos alimentos de origen vegetal deben ser consumidos junto con vitamina C, para favorecer la absorción del hierro. Mientras que el consumo de café, té e infusiones de hierbas reducen la absorción de hierro”, recomendó Ruiz Guillén.
Precisó que la leche, huevo, queso, yogur, mondongo, pota, yuca, papa, betarraga y rabanito son pobres en hierro.
Para reducir la anemia, el niño debe comer todos los días dos porciones de alimentos de origen animal ricos en hierro, debiendo consumir una porción en el desayuno o almuerzo y la otra porción en la cena.
Fuente: Andina