La ciudadela de Chan Chan, capital de la sociedad Chimú hace 500 años, ubicada en el departamento de La Libertad, sigue en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro de la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Enrique Sánchez Maura, director regional de Cultura de La Libertad, dijo que el monumento estuvo y sigue en peligro, debido a que su construcción es de barro, y advirtió que, pese a los esfuerzos que se hagan, estará en riesgo permanente.
“No podemos pedir que esta situación cambie de la noche a la mañana. Chan Chan es perecible totalmente, son más de 14 kilómetros que debemos proteger de las lluvias, humedad, viento, sales y del propio hombre”, manifestó.
Resaltó que el Estado está comprometido con el rescate del monumento y, en virtud a ello, aprobó en el 2000 su plan maestro y años después creó la unidad ejecutora (actualmente proyecto especial), a la que se le han desembolsado importantes presupuestos para la reestructuración, conservación y protección del sitio.
“Es un trabajo significativo el que se ha hecho hasta ahora, pero no es suficiente. Por ejemplo, se ha culminado un sistema de drenaje para el conjunto amurallado Nik-An (antes Tschudi), única área expuesta al turismo; sin embargo, Chan Chan tiene nueve conjuntos más”, enfatizó.
INVADIDA POR 200 FAMILIAS
Agregó que, para que la ciudadela de barro deje de estar en peligro, se debe protegerla en toda su magnitud y esa es una gran labor.
Sobre el problema de las invasiones, indicó que una comisión multisectorial, que él preside, ya elaboró –tal y como se exigía- una propuesta para reglamentar la Ley Nº 28261, aprobada en 2005, por la cual se reubicará a unas 200 familias que ocupan la zona norte del monumento.
“Nosotros enviamos la propuesta al Ministerio de Educación, institución de la que dependíamos. Al transferirse funciones al Ministerio de Cultura ha pasado por una serie de revisiones y hoy se encuentra en la Secretaría General de dicho portafolio”, explicó.
Finalmente expresó que los trujillanos y los peruanos tienen una deuda con Chan Chan y lo que deberían preguntarse no es por qué sigue en peligro, sino qué han hecho para que eso cambie.
Fuente: El comercio