“A largo plazo, asegurarse de tomar el desayuno podría aportar beneficios para la salud física y mental, así como una adecuada calidad de vida”.
Un estudio realizado por la Escuela de Enfermería de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) revela que los niños que evitan el desayuno cuentan con menos puntos en los test de coeficiente intelectual (CI).
El análisis realizado a niños de seis años presenta una reducción en 5,58 puntos la habilidad verbal al dejar de tomar desayuno. Además, los niños al eludir la primera comida del día bajan 2,50 puntos en rendimiento y 4,6 en la puntuación final.
El investigador Jianghong-Liu asegura que una nutrición adecuada en la infancia se asocia con una carrera profesional más satisfactoria.
Fuente: RPP