Segundo domingo de Mayo: Día de la Madre

Una fecha de profundo contenido humano es el Día de la Madre. Sinónimo de amor y sacrificio es su nombre. Es difícil congratular en un sólo día a ese ser tan querido e inmaculado como es La Madre. Oh madre, esencia de amor divino que con el riesgo de tu vida, engendraste en tu vientre una nueva; hasta hacerme ver la aurora: Dios te bendiga desde los cielos por llevar el título más grande de la tierra, aquel de ser Madre.

El segundo domingo de mayo de todos los años, se celebra el ” Día de la Madre “, en homenaje a ese ser abnegado que con el sacrificio de su vida y la entrega de su alma, nos permitió ver la primera luz y ser parte del universo. La virtud maternal es un don que poseen todas las mujeres, pero no todas tienen ese valor para convertirse en madres, por ello, cada madre constituye para sus hijos el tesoro más preciado de la tierra. En nuestro país, el “Día de la Madre”, se celebró por primera vez el 11 de mayo de 1924.

En Esta fecha fue instituida por el estudiante universitario Carlos Izaguirre, en la Casona de San Marcos. Desde aquel entonces, el segundo domingo de mayo, de cada año, en el Perú se festeja esta fecha con enorme fervor y gratitud al ser que nos dio la vida.

Ana Jarvis, es el nombre de la norteamericana, que dio origen a la celebración del Día de la Madre. Trabajo arduamente por el reconocimiento de un día de conmemoración a todas las madres del mundo, en razón aquel la suya, le había rodeado de un abrumador cariño y una excelente educación. Al morir la madre de Jarvis, ella dedicó sus días y su herencia en pro de este objetivo. Después de años de esfuerzos, la Asociación Internacional del Día de la Madre, fue admitida en los Estados Unidos en 1912.

¿Qué es una Madre?

Un ser tierno y dulce que el niño ama y el hombre olvida.

Un amor hecho a prueba de toda clase de dolores y todo género de ingratitudes.

Un corazón que no se cansa de sufrir. Un alma que nunca deja de querer.

El amor de la madre es una inmensidad donde el propio corazón  de la mujer se pierde.

Ella es la fuente de inagotable ternura y abnegación.

Donde se halla una madre, hay un tesoro invalorado, un motivo de inspiración y una luz de vida.