Mejoramos ¿Cómo y cuánto?

Las evaluaciones del rendimiento de los estudiantes se han convertido en una herramienta a la que se le presta cada vez más atención. Por fortuna, a veces, para sacar provecho de sus resultados y afinar o corregir algunas de las políticas educativas en marcha; pero otras veces se convierten en una fuente de desmoralización y descrédito al interior del sistema educativo, afectando la imagen de escuelas, profesores y estudiantes.
También hay de los que cuestionan su finalidad enfatizando lo limitado de sus resultados, circunscritos a dos o tres áreas básicas del currículo o criticando las limitaciones del programa PISA que evalúa solamente las áreas de comunicación, matemáticas y ciencias, no avanzando en otras. No se tiene en cuenta que para evaluar otras áreas quizá sea más conveniente hacerlo con pruebas nacionales debido a que las competencias u objetivos, pero sobre todo los contenidos, varían de un país a otro. ¿Cómo evaluar con el mismo criterio en historia o geografía a los estudiantes de los distintos países y clasificarlos en un ranking por niveles de desempeño? Ya con el área de comprensión lectora hay dificultades pues el mismo ranking involucra a la vez a estudiantes que hablan ruso, sueco, español, inglés, chino, etc.

Hay que reconocer que en este campo el mundo y no sólo el Perú todavía se encuentra en sus etapas iniciales quedando mucho por descubrir. Por ejemplo, para medir aspectos tan relevantes en la vida del siglo XXI, como la formación actitudinal, en valores y las llamadas habilidades blandas, la complejidad se asocia, en el caso de valores y actitudes, a factores culturales o religiosos, donde las diferencias valorativas pueden ser muy significativas de una sociedad a otra.

En el Perú, hasta el 2004 se aplicaron cuatro evaluaciones a una muestra de estudiantes de dos grados de primaria y dos de secundaria. Las áreas evaluadas eran comunicación y matemáticas. Luego, a partir del 2007, las evaluaciones censales en primaria se centraron únicamente en los estudiantes de segundo de primaria, excepto en el caso de los que cursan estudios en escuelas bilingües interculturales en donde se evalúan a estudiantes de cuarto grado.

No restringirse únicamente a la evaluación censal del segundo grado de primaria, como ha sido desde el 2007 hasta el 2013 ha sido el reclamo de varios especialistas. Si bien en ese grado no se evaluaba el mismo grupo de alumnos, el sistema de evaluación no proporcionaba información sobre la forma cómo evolucionaba el rendimiento de una promoción de estudiantes en grados superiores de su escolaridad. A fines del año 2013 se aplicó una evaluación a estudiantes de sexto grado cuyos resultados faltan publicarse.

La evaluación censal 2015, recientemente presentada, confirma las tendencias de mejora de los aprendizajes en la escuela pública y las prácticamente inexistentes diferencias significativas en la comparación por género. No cabe duda que el proceso de planificación y ejecución de la evaluación de los aprendizajes ha ido mejorando y ha obligado a las instituciones educativas a prestar más atención a lo que aprenden sus estudiantes. Sin embargo, también confirma el ahondamiento de las brechas entre la escuela urbana y rural, los pobrísimos resultados de las regiones que siempre permanecen en la cola –Loreto, Ucayali, Huánuco y Apurímac-, así como los dramáticos resultados que obtienen los estudiantes de las escuelas bilingües interculturales en el uso del castellano como segunda lengua, sobre todo las que se ubican en la selva peruana. Pero mejorar los aprendizajes no es asunto exclusivo de las medidas que puedan tomarse en educación. Son claves las acciones que deben tomar instituciones como los Ministerios de Salud, Desarrollo e Inclusión Social, Trabajo, Agricultura, de la Mujer, entre otros.

Los datos complementarios de la evaluación censal en primaria, así como otros recogidos en el marco de las investigaciones del proyecto “Niños del Milenio”, confirman la importancia de una oferta escolarizada de educación inicial. Aquellos niños que recibieron educación inicial escolarizada obtienen mejores puntajes en la evaluación que los que no la recibieron o asistieron a un programa de educación inicial no escolarizado. Cierto que se requieren estudios más pormenorizados de la calidad de la oferta de educación inicial, pero parece acertada la decisión de convertir los programas no escolarizados en programas escolarizados.

En párrafo precedente se ha destacado la mejora de los aprendizajes de la escuela primaria pública, en donde en matemáticas se han eliminado las diferencias con relación a las escuelas privadas, no así en comprensión lectora. La tendencia es que podrían reducirse las brechas en dicha área, pudiendo llegar incluso el momento en que se eliminen. Dependerá de cuán sostenible es el esfuerzo de mejora de la inversión por estudiante y de la efectividad e impacto positivo de las medidas que se vayan aplicando. En razón a la importancia que ha venido asumiendo la educación privada en la atención de la matrícula primaria, será recomendable que la información de la ECE 2015 sea descompuesta atendiendo ciertas variables como: tamaño de las escuelas y características del local escolar –construido o no para ser centro educativo-. Permitiría contar con mayores elementos de juicio respecto a cómo orientar el futuro de la educación privada.

Evaluación de estudiantes del 2º grado de Secundaria

La novedad en la ECE 2015 es la evaluación censal de estudiantes de segundo de secundaria. Además de evaluar comprensión lectora y matemáticas, se avanza en escritura, a la vez que identificar cómo influyen variables como la socio económica.

Tiempo de permanencia en la escuela secundaria
Jornada Número de horas

/semana

Antes de los años setenta 45
En la Jornada Escolar Completa 35
En el resto de la secundaria * 25
* Nota: Excluye los Colegios de Alto Rendimiento

Los resultados no hacen sino confirmar el descuido que han tenido las políticas de desarrollo de este nivel de enseñanza cuya identidad y finalidades nunca estuvieron claras. Tampoco justifica que la gran mayoría de escuelas secundarias mantenga una jornada diaria de trabajo de cinco horas para lo que se quiere brindar como aprendizajes. Recordemos que la decisión de cambio de la jornada completa, en los años setenta, trajo como consecuencia el incumplimiento de la programación curricular, afectándose principalmente contenidos que tenían que ver con la formación integral y el necesario diálogo del profesor con sus estudiantes y padres. Con la Jornada Escolar Completa (JEC) se trata de volver al pasado aunque sin llegar a hacerlo. Hasta fines de los sesenta, estudiantes y profesores permanecían en las escuelas 44 horas cronológicas, con la JEC llegarán a 35; es decir, 21% menos de tiempo en la escuela respecto al pasado, pero 43% menos si la comparación es con la mayoría de las escuelas secundarias.

¿Eran esperables los pobres resultados en el 2º grado de secundaria? En el año 2009, los estudiantes de 2º grado de primaria de escuelas públicas que tuvieron rendimiento satisfactorio fueron 17.8% en comprensión lectora y 10.9% en matemáticas. En el 2015, ya estando en el 2º grado de secundaria, logran ese rendimiento en comprensión lectora menos del 10% de los estudiantes de escuelas estatales (urbanas y rurales) y apenas el 11.1% de los que asisten a escuelas secundarias urbanas. En matemáticas los resultados terminan siendo más dramáticos ya que sólo el 6.2% de los estudiantes de las escuelas secundarias estatales alcanza rendimiento satisfactorio y, únicamente 0.7% más de estudiantes lo consigue en las secundarias urbanas.

A pesar de ser algo mejores, los resultados en la escuela secundaria privada no dejan de ser desalentadores. En el año 2009, en comprensión lectora, el 43% de los estudiantes de 2º grado de primaria lograba rendimiento satisfactorio, mientras en matemáticas lo hacía el 23.2%. Para el 2015 esos porcentajes se redujeron a menos del 30% y 20%, respectivamente.

¿Por qué en secundaria los resultados son tan diferentes entre escuelas públicas urbanas y privadas? Podrían surgir varias explicaciones que merecerían ser estudiadas con más detalle. En primer lugar, la mayoría de las escuelas secundarias privadas tiene una jornada escolar de trabajo mayor que en la escuela pública. La segunda explicación podría estar en el control que ejerce la escuela privada sobre su personal docente que está obligado a una asistencia diaria y a mayores exigencias de rendición de cuentas sobre el aprendizaje de sus estudiantes. El control es más laxo en la escuela pública, donde las posibilidades de que un docente sea separado de la carrera por mal desempeño no se practican, no obstante que la Ley de Reforma Magisterial abre esa posibilidad.

2º Secundaria: resultados de la ECE 2015

Comparación con resultados de la ECE de 2º Primaria 2009

Comprensión lectora
ECE 2009 Primaria Nivel satisfactorio ECE 2015 Secundaria Nivel satisfactorio
Estatal 17.8% Estatal 9.7%
Estatal Urbano 11.1%
No Estatal 43.0% No estatal 29.3%
Matemáticas
ECE 2009 Primaria ECE 2015 Secundaria
Estatal 10.9% Estatal 6.2%
Estatal Urbano 6.9%
No Estatal 23.2% No estatal 19.2%
Fuente. UMC. Ministerio de Educación. Resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes

2009 y 2015.

En las cifras de desempeño estudiantil podrían tener una tercera explicación. Durante el período 2009-2015 casi no se dieron medidas especiales para trabajar en los grados posteriores al 2º grado los factores que permitan reducir el porcentaje de estudiantes que no adquiría los aprendizajes del grado correspondiente. Es por ello que no debería extrañarnos los resultados que presenta la ECE 2015 para secundaria; además que son parte de la explicación de lo que ha venido sucediendo con nuestra participación en las pruebas PISA.

La conclusión es que hay mucho por hacer para mejorar la calidad de la secundaria pública, pero también de la privada pues sus resultados tampoco son alentadores. El factor docente –formación inicial y continua, y el acompañamiento- resultan fundamentales, además de una buena propuesta curricular, que si bien no es determinante en los aprendizajes, cuando no se ha conducido en base a reglas claras, termina confundiendo y afectando el trabajo de docentes y estudiantes en las aulas. Se hacen esfuerzos para corregir esa situación pero quedan dudas sobre si habrá tiempo para culminar un proceso que tomó cuatro años y medio para tener una nueva versión actualizada del currículo de la educación básica. Reglas claras supone definir el rol del Ministerio de Educación en el currículo, manejar un marco curricular que no cambie en el tiempo; más bien que sobre sus bases se realicen los ajustes necesarios progresivamente; tener consciencia que la actualización curricular no siempre significa revisar el todo sino algunas de sus partes; finalmente, manejarse con definiciones consistentes y perdurables en el tiempo para los conceptos básicos más utilizados como son: competencia, capacidades

Por: Hugo Diaz

Fuente: http://educared.fundacion.telefonica.com.pe