Los más de 45 días de protestas desatados por los conflictos socio ambientales en la región han dejado la economía puneña en rojo, pues desde que se iniciara la huelga de los aymaras contra la minera Santa Ana y la sangrienta lucha azangarina, según la Cámara de Comercio de Juliaca, las pérdidas en la región se calculan en más de 200 millones de dólares.
De acuerdo con lo señalado por el titular de la institución a varios medios de comunicación locales, Francisco Olivera Vargas, en el ámbito regional, el turismo, comercio y transporte son los sectores más golpeados con una caída estrepitosa de la cual saldrán difícilmente.
Refiere que, sólo en la ciudad de Juliaca, la huelga que protagonizaron los azangarinos le ha costado más de 40 millones de soles, siendo los sectores más golpeados el comercio y la industria, incluidos los desmanes que se desataron como el atentado al local de la botica Inkafarma.
Sin embargo, entre todos los sectores, el turismo el que se ha visto más perjudicado, teniendo en cuenta que nos encontramos en temporada alta de arribo de turistas extranjeros; varios paquetes que se programan hasta con un año de anterioridad, han sido cancelados afectando a toda una cadena productiva que interviene en este sector.
Según Olivera Vargas, para este año se tenía previsto el arribo de más de 300 mil turistas, pero frente a la cancelación de varios paquetes por la convulsión social que se vivía en la región, el arribo de extranjeros es muy escaso y se presume que hasta se habrían cancelado los del año siguiente.
Informalidad mitigó golpe
El funcionario indicó que en Juliaca existen más de cuatro mil negocios, de las cuales sólo el 10% es formal. Es así que el elevado nivel de informalidad ha sido un factor que ayudó a mitigar el golpe a la economía juliaqueña en este rubro, pues al estar al margen de la ley, las pérdidas son propias.
Actuar ante la adversidad
Reconociendo que la dañada imagen de Puno, que tanto esfuerzo costó a los ciudadanos levantar, difícilmente será revertida, recomendó comprometer a todos los sectores aunar esfuerzos para levantarnos del ocaso en el que nos ven en el ámbito nacional e internacional, para salir adelante.
No obstante las cifras que atañen las pérdidas del sector turismo, cabe añadir que las que corresponden a los manifestantes se desconocen y no son cuantificables. Como se recuerda, ellos emprendieron viajes largos, dejando de laborar en sus actividades cotidianas, para sitiar la plaza de armas de Puno y el puente Maravillas en Juliaca.