La neumonía, también conocida como pulmonía, es una infección de los pulmones, se produce congestión con líquidos y células inflamatorias de los tejidos dañados en respuesta a una agresión, provocando en ocasiones dificultad para respirar o a veces también dolor. La neumonía es la primera causa de muerte en niños menores de cinco años en el mundo.
A menudo, la neumonía comienza después de una infección de las vías respiratorias superiores (una infección de la nariz y la garganta), y los síntomas de la neumonía comienzan 2 ó 3 días después de un resfriado o dolor de garganta.
Signos y síntomas
Los síntomas pueden variar según la edad del niño y la causa de la neumonía, pero entre los más comunes se incluyen:
-fiebre, escalofríos
-tos, congestión nasal
-respiración atípicamente rápida (en algunos casos, este es el único síntoma)
-respiración con resoplidos o sibilancia
-respiración trabajosa que provoca que los músculos de las costillas se retraigan (cuando los músculos debajo de la caja torácica o entre las costillas se atraen con cada respiración) y produce aleteo nasal
-vómitos, dolor de pecho, dolor abdominal
-falta de apetito (en niños mayores) o alimentación deficiente (en lactantes) que puede producir deshidratación
Los niños con neumonía provocada por bacterias por lo general se enferman bastante rápido y comienzan con fiebre alta repentina y respiración particularmente rápida.
Incubación y contagio
El período de incubación (el plazo entre la exposición y la sensación de malestar) de la neumonía varía según el tipo de virus o bacteria que provoca la infección. Por ejemplo, para el virus respiratorio, esto demora entre 4 y 6 días; para la influenza, entre 18 y 72 horas.
Los virus y las bacterias que producen la neumonía son contagiosos y, por lo general, están presentes en las secreciones de la boca o la nariz de una persona infectada. La enfermedad puede propagarse cuando una persona infectada tose o estornuda sobre otras, al compartir vasos y cubiertos y al tocar los pañuelos usados por una persona infectada.
Prevención
Algunos tipos de neumonía pueden prevenirse con vacunas. Los niños generalmente reciben inmunizaciones establecidas contra la Haemophilus influenzae y tos ferina a partir de los 2 meses de edad.
En la actualidad también se administran vacunas contra el organismo neumococo (PCV), una causa común de la neumonía bacteriana.
Si nota en su niño cualquiera de estos síntomas, acuda al médico ya que la Neumonía es la primera causa de muerte en los niños hasta los 5 años. Cuidemos a nuestros niños con especial atención en esta época que comienza el frio.