El ministro de Educación debe ser quien mayores consensos positivos genera en el gabinete. Empieza este año recargado ante las grandes brechas de su sector. Destaca el regreso de la Jornada Escolar Completa, para lo que pide a los padres esforzarse en beneficio de sus hijos.
Cuando se empieza un nuevo año, siempre es bueno hacer un repaso del anterior. ¿Qué deja el 2014 en la educación peruana?
Se ha tomado conciencia del tamaño del reto en la educación. Hay una brecha muy grande. Estamos muy lejos de donde debemos estar y hay muchos ejemplos de esta gran deuda con nuestros estudiantes. Los aprendizajes están muy por debajo de donde deberían estar, los salarios de los profesores son un tercio de lo que eran hace 40 años, la brecha en infraestructuras es muy grande, está la necesidad de generar una profesionalización de la carrera del director. Todos esos son ejemplos que nos permiten cuantificar que hay una brecha muy grande. La educación debe ser un motor y no puede ser un lastre.
Hace mucha autocrítica y de hecho eso es clave para mejorar, ¿pero la hoja de ruta a seguir está clara?
Tenemos una ruta clara de reforma, que nos da una esperanza de que estamos encaminados como país. Hay cuatro frentes en los que hay que invertir simultáneamente: maestros, infraestructura, gestión y aprendizajes. Estamos transitando hacia ello. Hay que recuperar el tiempo perdido.
La inversión en educación es baja comparada con otros países de la región…
Hay una decisión muy concreta de mayor inversión del Estado en educación. El año pasado se aprobó un incremento histórico de cuatro mil millones soles. Pero aún cuando el Estado llegue a destinar el 4% del PBI al sector educación, vamos a estar por debajo de Brasil, Chile y Argentina. Pero ya tenemos un punto de partida.
El dinero es importante pero también lo es usarlo bien. Los críticos sostienen que el presupuesto nunca se ejecuta del todo.
El año pasado, en el ministerio hemos ejecutado el 97% del presupuesto, pero necesitamos mejorar muchas cosas dentro del ministerio y mejorar también la ejecución de los gobiernos regionales. Las universidades no llegaron a ejecutar ni el 40% de sus presupuestos.
Para mejorar el aprendizaje de los niños se debe tener profesores adecuados. ¿En qué punto está la Ley de Reforma Magisterial?
Ya se empezó el proceso de implementación. Ya tenemos maestros con mayores oportunidades de desarrollo profesional como consecuencia de sus méritos y desempeños. En octubre del año pasado hubo una prueba de ascenso para profesores en general, 130 mil fueron evaluados. De ellos, 25 mil han sido ascendidos, con un incremento en sus remuneraciones del 40% en promedio.
¿Significa que esos 105 mil profesores restantes que no ascendieron no son buenos para enseñar?
Ellos tienen que mejorar. Habrá otra oportunidad en marzo próximo. Esperamos que, tras el proceso de capacitación que ha habido, otros 25 mil puedan ser ascendidos.
¿Y si no logran mejorar?
A partir del próximo año empieza a haber evaluaciones periódicas. Tal y como lo plantea la ley, si el profesor no pasa la evaluación tres veces es separado. Es un proceso largo y algunos dicen que tres pruebas son muchas para retirar a alguien. Pero nosotros tenemos que tratar que los profesores mejoren y darles oportunidades de capacitación. Si después de eso no mejoran, efectivamente tienen que ser retirados porque, en el fondo, el objetivo último es el bienestar del niño y del joven. La educación es tan buena como lo son sus maestros. Si no tienes buenos maestros, por más que tengas una infraestructura excelente, la educación no va a mejorar.
Ese bienestar también es garantizar que los niños tengan buenos colegios…
Hay una brecha inmensa en infraestructura. En los últimos tres años se ha invertido unos nueve mil millones de soles, sumando los presupuestos del gobierno central y los regionales. Esa es la inversión más grande hecha en infraestructura en los últimos 15 años, pero la brecha que hemos calculado es de 63 mil millones de soles. Si mantenemos este ritmo de inversión, el déficit lo cubriremos en 20 años. Hay que acelerar ese ritmo.
Y una de esas vías está en las alianzas público-privadas.
Sí, nos permiten incorporar al sector privado para acelerar la inversión. Ellos construyen las escuelas y además las mantienen para los próximos 20 años. Eso es muy importante, porque el gran error que hemos cometido como país fue construir escuelas, pero no asignar luego recursos para su mantenimiento.
Este año, mil colegios públicos tendrán Jornada Escolar Completa hasta las 3 de la tarde. ¿Por qué se retomó este modelo?
Tenemos que regresar a una jornada completa y que luego de ella el colegio siga siendo parte de la vida del niño. Para ello, estamos cambiando la currícula de 35 a 45 horas lectivas a la semana, dándoles más horas de matemáticas, inglés y formación para el trabajo. Además, en la tarde el alumno puede hacer actividades adicionales de cómputo, deportes o reforzamiento escolar, porque no todos los chicos son iguales.
Este cambio obliga a los padres a reacomodar sus horarios y a preparar loncheras consistentes porque los niños no tendrán almuerzo. Esto no le ha gustado a muchos.
El proceso logístico de tener una cafetería no es algo que podemos lograr en mil colegios en un año. Es imposible. Ahí necesitamos el esfuerzo de los padres. Eso que gastaban en el almuerzo de sus hijos, que lo pongan en una lonchera. En ese sentido, necesitamos que los padres estén involucrados en la educación de sus hijos. Se requiere un esfuerzo de los padres, ya sea organizándose para tener un quiosco o bien preparándoles el refrigerio a sus hijos. La labor educativa no consiste en que el colegio se encargue de todo. Los padres tienen que contribuir. Todos tenemos que invertir en la educación.
¿Y cómo hacen las familias con menos recursos?
Por lo menos en este primer año, la mayoría de estas mil escuelas públicas con Jornada Escolar Completa están en zonas urbanas. Después, vamos a tener que ir viendo. En zonas rurales eventualmente Qali Warma es un programa que se va a expandir hacia el almuerzo. Con eso vamos a ir cubriéndonos para que al menos las familias de mayores necesidades tengan el desayuno cubierto y, en algunos casos, puedan tener el almuerzo también cubierto.
Hablando de alimentación, ahora los niños comen mal y no hacen deporte. ¿Cómo está el proceso de regresar a la Educación Física en los colegios públicos?
El año pasado empezamos con esa tarea. Poco a poco tenemos que ir avanzando para universalizar la Educación Física en la escuela pública al año 2021. Tiene que darse poco a poco porque necesitamos material educativo, instalaciones apropiadas y volver a formar profesores. Como no ha habido demanda en los últimos años, las facultades de pegagogía ya no formaban maestros de Educación Física.
¿Ya están articulando con las universidades para ello?
Lo que trabajamos el año pasado fueron procesos de capacitación para los profores que ya tenemos. Este año seguimos con eso. Vamos a tener que persuadir a las universidades para que empiecen a abrir las matrículas en Educación Física. Hay que recuperar 20 años perdidos.
Otro reto pendiente es la educación para los niños con discapacidades. ¿Qué planes hay sobre la mesa?
Existe el Servicio de Apoyo a las Necesidades Especiales (SANE), que trabaja, además, con las escuelas en general. Necesitamos seguir capacitando a los profesores de aulas comunes y corrientes para que puedan atender a uno o dos niños con discapacidad por clase. Pero, otra vez, tenemos que ser conscientes de la magnitud de nuestros déficits. Solo el 25% de niños con alguna discapacidad recibe la atención que merece. En un país como el Perú, tan diverso, la igualdad de oportunidades no implica gastar los mismo en todos los chicos. Igualdad de oportunidades implica dar servicios diferentes.
Los Colegios de Alto Rendimiento son un ejemplo de que el gasto no puede ser igual para todos. ¿Cuáles son las metas de este año?
Existía uno en Huampaní, pero tener uno solo es una anécdota. Este año, empiezan 13 más como colegios temporales mientras en paralelo se construyen colegios para que estén listos en el 2016. La excelencia es indispensable y es el objetivo que tenemos en todas nuestras escuelas. La excelencia sí es factible en el sector público.
Fuente: publimetro.pe