Día Mundial del Folklore

dia mundial del folclore

La palabra “folklore” (folclor o folclore en español) fue inventada por el arqueólogo inglés William John Thoms el 22 de agosto de 1846. Etimológicamente deriva de “folk” (pueblo, gente, raza) y de “lore” (saber, ciencia) y se designa con ella el “saber popular”. La fecha coincide, en Argentina, con el nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917), reconocido como el “padre de la ciencia folklórica”. En nuestro país se generalizó el uso de la palabra folklore para identificar los conocimientos y sabiduría nativos. Para que una práctica sea considerada folclórica debe ser producida por el aporte colectivo de la gente y haberse arraigado en el pueblo sobrepasando la prueba del tiempo.

Para que un hecho reúna la esencia de lo folclórico debe cumplir con ser popular, tradicional, colectivo, funcional, empírico.

Los hechos y fenómenos tradicionales de un pueblo se manifiestan en diversos aspectos:- Materiales: como son la vivienda, la vestimenta, la comida, los instrumentos musicales, entre otros.-Inmateriales: como la música, la danza, los cuentos, leyendas, supersticiones, refranes, creencias, entre otros. También hay que tener en cuenta las manifestaciones sociales, religiosas y estéticas. La alegría colectiva que nos brinda el folclore es un componente de la identidad nacional, un punto de encuentro para la formación de la identidad peruana.

Los Clubes e Instituciones Culturales y Sociales, tienen el deber y la obligación de mantener viva, revalorizando las manifestaciones culturales como son nuestras auténticas tradiciones, leyendas, costumbres, música y danzas, etc. Nuestro país es rico debido a su amplia megadiversidad (geográfica y climática) que se ha desarrollado a lo largo de nuestra historia con una fusión de diversas culturars, tradiciones y costumbres. El folclore, se manifiesta con toda su grandiosidad y riqueza en las fiestas patronales y tradicionales de los pueblos.

Entonces es compromiso nuestro, de generar conciencia en las generaciones actuales y venideras, y sensibilizar que un pueblo sin cultura es un pueblo sin alma, reconociendo por cierto que debemos aprender a valorar primero lo nuestro y después el resto.