El bullying es una de las formas de violencia que comúnmente se dan entre los escolares y que por ser un fenómeno socioeducativo, es decir es una forma de agresión que se da de forma social en las escuelas; tiene efectos negativos en las víctimas ya sea emocional o psicológico.
Pero qué pasa cuando no solo son los alumnos quienes viven a diario este sufrimiento. A decir verdad, existen casos de maestros que han sido o son víctimas de este fenómeno, el bullying que sufren los maestros por parte de sus alumnos, es una realidad no denunciada.
Todos sabemos, tanto los alumnos y quienes alguna vez lo fueron han sido parte o testigos de algún tipo de maltrato hacia un profesor por parte del alumnado.
“Cada vez que entraba al salón de clases de los alumnos de quinto año de secundaria, una vez que cerraba la puerta, las pifias y los insultos eran parte de mi bienvenida al salón. Tener que caminar entre las carpetas donde se sentaban los chicos, era demasiado incómodo, solo caminaba y miraba de frente hacia el pupitre donde iba a sentarme”
Con la mirada hacia un punto no fijo y los dedos de las manos cruzados, después de haber dictado clases, sentado en una banca de una plaza cerca al colegio donde enseña a alumnos de cuarto y quinto año de secundaria., me relata su historia, L.B (quien nos pidió mantener su nombre en secreto) de 45 años, docente del colegio San Miguel Arcángel, en Puente Piedra.
“Más de una ocasión, pegan chicles debajo del pupitre donde me siento, y más de una vez se me ha pegado en los pantalones. Por más que llame al auxiliar o al director del colegio, no toman consideración alguna, a pesar de que han suspendido a algunos. A veces se salen de la mitad de clase. Una vez mancharon con tinta de plumón mis registros de notas, como se acercaban la entrega de boletas, con el fin de estropearlo lo hicieron, por suerte guardé una copia, si no lo hacia no sabría que hubiese hecho.
En ciertas ocasiones, en la pizarra los alumnos escribían cosas referentes hacia a mí como apodos y groserías. Cuando quise reprenderlos por tal hecho, uno de ellos se paró delante de mí diciendo: ¿Qué pasa profe? Si usted se queja, la próxima vez que venga al aula le vamos hacer peores cosas, así que ‘chitón nomás’, sin llorar. Mientras el alumno me decía esto, se iba acercando cada vez colocando su frente contra lamía y al final me da un leve empujón. Lo único que hice fue darme la media vuelta y continuar con mi clase.”
Historias como la de este profesor, se repite día a día en la mayoría de colegios de Lima y del Perú. La gran mayoría no son denunciados públicamente, por vergüenza, miedo y falta de coraje. Y si lo hacen es porque ya están cansados de vivirlo. O porque muchas cuando lo hacen notar ante una autoridad del colegio, citan a la madre o al padre del alumno y al profesor. Una vez que se enfrentan al final de la discusión es el profesor quien sale perdiendo y retorna a lo mismo en las aulas.
Sin duda muchos de los profesores que sufren este tipo de abusos, son profesores con poco carácter e introvertidos.
ESTADÍSTICAS
La fundación Tierra de Hombres, (Fundación española con identidad propia y sin ánimo de lucro, que busca el amparo de los más indefensos, niños y mujeres.), realizó un estudio de los estudiantes de secundaria que cometen actos de bullying hacia sus maestros, Pastora Quiroa Alfaro fue la responsable de esta investigación.
Seis de cada 10 colegiales fueron testigos de algún tipo de agresión de sus compañeros contra sus profesores, ya sea esta verbal o física.
El 59% de estudiantes de los colegios más grandes de El Agustino: José Carlos Mariátegui, María Parado de Bellido, Húsares de Junín, Héroes de la Breña, Ramón Castilla y María Reiche, afirmó que un educador fue golpeado o insultado por sus propios estudiantes.
Según el estudio, cuyo universo fue de 135 entrevistados, la mayoría de abusos contra profesores se comete en clases. En segundo lugar, esperan la hora de recreo y, en el peor de los casos, buscan al docente fuera del recinto escolar.
Fuente: http://www.paralelos.pe