Muchos niños por las noches, cuando están dormidos, hacen ruidos al apretar la dentadura de forma involuntaria. Esta afección, conocida popularmente como “rechinar los dientes”, se denomina bruxismo y es un trastorno del movimiento del aparato masticatorio.
“Quienes rechinan los dientes, pueden hacerlo incluso durante el día sin darse cuenta y pueden llegar a sufrir dolores de cabeza e, incluso, se puede afectar el funcionamiento de los músculos de la mandíbula, cuello y oído, y producir un desgaste de las piezas dentales”, advirtió el coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Bucal del Ministerio de Salud (Minsa), Jim Romero Lloclla.
Según el especialista, entre las principales causas del bruxismo están factores anatómicos como los defectos en el crecimiento de los dientes, maloclusión dental (problemas en la estructura de la mandíbula), así como alergias, problemas de ansiedad y mala postura al dormir.
El rechinado puede producir deformaciones y desgaste de los dientes, llegando en ocasiones a producir fracturas, inflamación de la pulpa dental y dolor agudo que puede afectar la articulación o los músculos de la masticación. Puede, además, provocar desgaste del esmalte dental ocasionando extrema sensibilidad de las encías a estímulos mecánicos como el cepillado dental o térmico (frío o caliente) causando dolor.