El Parkinson es una enfermedad neurológica que se caracteriza por la pérdida o degeneración de neuronas, lo cual provoca una disminución de dopamina en el cerebro.
La dopamina es una sustancia que transmite información necesaria para que el cuerpo realice movimientos con normalidad, por lo que esta enfermedad suele manifestarse con una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos.
Según la Organización Mundial de la Salud, el Parkinson afecta a una de cada 100 personas mayores de 60 años. Afecta por igual ambos sexos. Posee una forma de inicio insidiosa y una evolución inexorablemente progresiva.
La causa de esta enfermedad es desconocida pero se presume una interacción entre una susceptibilidad neuronal de causa genética y algún factor del medio ambiente no identificado.
Angel Betancourt, médico de Mapfre, menciona algunos síntomas que debemos tener en cuenta para detectar esta enfermedad cuando se está iniciando. Los síntomas principales que se manifiestan prontamente son lentitud del movimiento, temblor y rigidez (entumecimiento):
Lentitud del movimiento: Puede afectar una extremidad, un lado del cuerpo, o todo el cuerpo. Con el tiempo, esta enfermedad puede reducir la capacidad de moverse y enlentecer el movimiento.
Temblor: Movimiento rítmico, involuntario que afecta una parte del cuerpo, por ejemplo la mano. Éste es causado por la contracción y relajación rápida y alternativa de los músculos. En esta enfermedad son continuos y con patrón rítmico.
Rigidez. La rigidez muscular puede producirse en cualquier parte del cuerpo. Los músculos se hacen rígidos debido a su incapacidad para relajarse. Esto puede presentarse inicialmente con calambres y dolor en cuello, espalda u hombros.
Dificultad al caminar o moverse: La marcha es lenta, arrastrada, con pasos cortos y falta de balanceo de los brazos, pérdida de la postora, perdiendo el equilibrio al estar de pie, balanceándose hacia adelante y/o hacia atrás.
Congelamiento: Es algunas veces descrito como la sensación de que sus pies están pegados al suelo. Esto puede durar unos pocos segundos o minutos.
Cambios en el habla: Es posible que hablen en voz baja o rápidamente, que articulen mal o que duden antes de hablar.
Aunque la enfermedad de Parkinson no puede curarse, los medicamentos pueden mejorar notablemente los síntomas.