Se han escrito muchos libros de didáctica sobre cómo motivar a los estudiantes para aprender en la escuela. Sin embargo, pocos parten de la consulta a los propios alumnos sobre qué los motiva o compromete con el aprendizaje, por lo que vale la pena hacer ese ejercicio en cada una de nuestras clases. En esta oportunidad les presento las respuestas de los 220 alumnos de 8vo grado consultados por la profesora Heather Wolpert-Gawron, que cayeron en las 10 categorías siguientes (Kids Speak Out on Student Engagement; Edutopia 26 04 2012)
1) . Les gusta trabajar con sus pares. Necesitan y quieren interactuar con otras personas para alcanzar plenamente su potencial. Les resulta más interesante y excitante cuando tienen que hablar y participar en discusiones con los que participen en su propio aprendizaje.
2). Les gusta trabajar con las tecnologías del vídeo, Facebook , Twitter, etc. Les gusta y emociona “aprender haciendo” y en la era digital, usar estas tecnologías los compromete más y ayuda a entender mejor.
3). Les gusta estar conectados con el mundo real, con el trabajo que hacen usando aprendizaje basado en proyectos, al vincular el pasado con algo del presente que les resulta relevante porque así pueden entender de qué manera este evento se relaciona con los tiempos actuales. Los proyectos trascienden a los libros y los expanden hacia otros temas, los hacen pensar y ayuda a entender la información. Mediante se conecta a los alumnos con los dilemas de la vida real y se les da la oportunidad para aprender a resolverlos. Los proyectos ponen a prueba sus fortalezas, estimulan su cerebro y los prepara para hacer frente a problemas similares más adelante. Quienes participan de un proyecto evocan mejor la información involucrada frente a quienes tienen que hacerlo a partir de algo leído en un libro.
4). Los profesores deben hacer e vidente que ama lo que hace. En vez de hablar monótonamente como un robot, deberían hablar como si estuvieran realmente apasionados con la enseñanza. A ello los niños responderán con la misma energía positiva. El entusiasmo en la clase es lo que realmente hace que un estudiante participe en los debates. Con maestros realmente dispuestos a enseñar que muestran que quieren educar a sus alumnos, los estudiantes se involucran y benefician.
5). Les gusta que los saquen de sus asientos. Siendo activos aprenden más que siendo inactivos, reclusos de sus asientos. Pararse, moverse, interactuar en grupos en movimiento alivia la tensión de la inactividad.
6). Gustan de las ayudas visuales. Las imágenes son poderosas, y los ayudan a comprender los temas. Visualizar un tema a partir de una imagen da más posibilidades para pensar en ellas.
7). Les gusta que respeten sus elecciones a la hora de definir la ruta a seguir en una investigación o proyecto. Abre más opciones para involucrar a los estudiantes, más espacio para la creatividad.
8). Valoran a quien entiende a los niños, los anima a expresar sus opiniones, confiando en que tienen algo valioso que decir y que sus aportes son importantes para construir las clases. Es una manera de tratarlos como estudiantes. Además, los maestros deben saber que los alumnos son diferentes dentro y fuera de la clase.
9). Les gusta que se mezclen un poco las actividades. No les gusta hacer todo el tiempo lo mismo o quedarse en una sola actividad. Tener una variedad de opciones abre espacio para una mayor participación e involucramiento. Es como con los alimentos: comer los mismos constantemente hace que no uno no quiera comer. Además, un poco de humor siempre es importante. Las personas aman la risa, así como los juegos en grupo, en la medida que no pasen vergüenza. En lengua y literatura ayuda mucho la dramatización.
10). Ser humano, no olvidar divertirse un poco a la hora de trabajar.
León Trahtemberg,
Fuente: Diario El Tiempo de Piura