Solo 155 colegios públicos de Lima y Callao tienen asesoría psicológica para tratar este problema.
Ante la escasez de psicólogos y psiquiatras, los profesores podrían convertirse en los aliados en la lucha contra el bullying. Dada su cercanía con los colegiales, los maestros son los llamados a aconsejar a los niños y adolescentes que sufren maltrato psicológico o físico de sus compañeros.
Con este fin, Gloria Cueva Vergara, directora de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), propuso que se inicie un plan –en coordinación con las unidades de gestión educativa locales– para capacitar y formar a los docentes como consejeros escolares.
Cueva Vergara señaló que los que reciban esta especialización deberán cumplir con un determinado perfil. Además, tendrán que demostrar voluntad y buena disposición para asesorar a los menores afectados por el bullying.
El objetivo, asegura, es que los profesionales en salud mental del Minsa instruyan a los docentes para que estos sean los primeros en detectar a las víctimas de este tipo de violencia. Luego, ellos deberán informar a los padres de familia, a través de charlas, sobre la forma en que deben actuar y manejar esta situación, que se ha convertido en un serio problema.
Recordó que ya existe un pequeño piloto que se viene realizando con la ayuda de un equipo de psiquiatría del hospital Víctor Larco Herrera, en Magdalena. “Coordinaremos con el Ministerio de Educación para que el proyecto se expanda a todos los colegios de Lima este año”, sostuvo.
DÉFICIT
La experta señaló que solo 155 colegios públicos de Lima y el Callao tienen asesoría psicológica para hacer frente a este tipo de situaciones.
Por su parte, el Colegio de Psicólogos del Perú ha formado Brigadas Blancas (equipos de psicólogos) para atender casos de bullying.
TENGA EN CUENTA
– Según una encuesta de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el 50% de escolares peruanos ha sido víctima de bullying.
– Colocar apodos es la forma más común de maltrato entre escolares, sobre todo en la selva, de acuerdo con el mismo estudio.
– Los menores que sufren este maltrato se vuelven más callados, retraídos y preocupados. Además, presentan falta de apetito, desgano e insomnio.
Fuente: Perú 21
