El Gobierno ha declarado el 2015 como “Año de la Diversificación Productiva y el Fortalecimiento de la Educación”. Esto ocurre después de tres años y medio de escasos resultados, salvo Beca 18, el ligero incremento de la cobertura en inicial, la reubicación -con una prueba escrita- solo hasta la sexta escala de 25 mil maestros (de los 200 mil provenientes de la Ley del Profesorado) y el concurso en desarrollo para 12 mil plazas de directores y subdirectores. Si bien en el 2012 y 2013 se aumentó alrededor de 4 mil millones para mejorar la educación básica, rural e intercultural bilingüe, mayoritariamente no fueron utilizados.
A partir de agosto del 2011 se desactivó, entre otros, la meritocracia magisterial para todos los niveles o escalas, el programa nacional de capacitación docente, la política curricular, el Plan Lector y Promolibro, el programa piloto de la jornada escolar completa, las medidas de mejoramiento de la enseñanza del inglés y las acciones en infraestructura. Se pretendió cerrar el Colegio Mayor. Y por las medidas anunciadas parece que antes de octubre del 2015 no habría ni un solo maestro nuevo nombrado.
En julio del 2014, el Presidente de la República anunció nuevamente un aumento del presupuesto y una serie de medidas. Fue una reiteración de lo que se conocía con el agregado de algunas novedades como el bono escolar, los colegios de alto rendimiento y la mejora del inglés.
Fortalecer la educación implicaría acrecentar, intensificar, darle fuerza a las medidas educativas desarrolladas que, por lo señalado, no se han dado en los años anteriores. Entonces de qué fortalecimiento de la educación hablamos (¿?). Lo que sí hay que reconocer y saludar es que el ministro Saavedra haya asumido el reto de “recuperar” en lo posible el tiempo perdido, en el marco de un reenrumbamiento de medidas cuya implementación mayoritariamente recién está prevista para este año.
Idel Vexler,
Fuente: http://foroeducativo.com/