Una de las modalidades más comunes de fraude es el pishing informático, que consiste en un mail que invita al usuario a ingresar a la página clonada de un banco.
Desde hace algunos años, las estafas cibernéticas se han convertido en el pan de cada día en la web. Por tal motivo, especialistas le brindarán, a continuación, algunas pautas para que no forme parte de esa gran lista de personas que han sido víctimas del mencionado delito.Manuel Caldas, de Ingenium Soluciones Informática, comentó que el principal problema se da por la falta de cultura respecto del uso de Internet y de sus herramientas.
“Las personas deben saber que hay un riesgo. De la misma manera en la que un usuario no brinda información personal a un extraño en la calle, tampoco puede hacerlo por la red”, comenta el experto.
ROBANDO INFORMACIÓN. Según el gerente de Cuentas Corporativas de McAfee Perú, Luis Alcázar, las estafas cibernéticas no implican solamente el robo de dinero de una cuenta, sino el uso del nombre de la persona para cometer algún acto ilícito y hasta la sustracción de información del disco duro de la computadora.
“En McAfee –empresa de software de seguridad informática– filtramos seis millones de correos spam por hora. Otras compañías tendrán sus propias cifras”, manifiesta.
El analista refiere que los fraudes se concretan debido a que algunas personas suelen brindar información personal sin antes cerciorarse si la página en la cual están navegando es original o si ha sido clonada.
Si usted ha recibido un mail o una cadena que ofrece grandes premios, no se deje llevar por la emoción. Lo primero que debe hacer es investigar la identidad de quien envía el mensaje.
“Nadie regala premios de la noche a la mañana, así que dude de los correos que no sean de su directorio personal. Y si el remitente sí está en su agenda, es recomendable hacerle la consulta pues puede ocurrir que su amigo ha sido víctima de algún hacker”, precisa Alcázar.
Recuerde, además, que si recibe un correo electrónico de algún banco en el cual no tiene cuenta, es preferible no abrirlo y ponerse en contacto con la entidad financiera.