¿Por qué los estudiantes de bajo rendimiento suelen ser más exitosos?

El periodista británico John Haltiwanger escribió un polémico artículo declarando que las calificaciones escolares no reflejan la capacidad intelectual de las personas, y que los estudiantes de promedio medio-bajo logran más éxitos en la vida que los que tienen calificaciones perfectas. Según el periodista, la realidad muestra que las buenas calificaciones no siempre te dan el boleto a un futuro feliz, y no siempre los que eran malos en la escuela después de la graduación se quedan sin trabajo. Entre los mediocres hay personas ricas y famosas, el éxito y la perseverancia que podrían ser asunto de envidia para todo el mundo.

Steve Jobs, por ejemplo, nunca se graduó de una universidad. Mark Zuckerberg y Bill Gates, tampoco. Sergei Korolev, quien lanzó el primer satélite artificial al espacio, era bastante malo en la escuela. Vladimir Mayakovsky estudiaba tan mal que no pudo terminar de leer Anna Karenina. Y Joseph Brodsky fue uno de los peores alumnos en su escuela, lo cual no le impidió recibir un Premio Nobel de Literatura.

La inteligencia es un concepto abstracto, y el rendimiento académico no necesariamente es la mejor manera para medirla. El éxito de un graduado se define sobre la base de lo que haya logrado fuera de la institución, y la escuela no siempre es una verdadera preparación para lo que nos espera en la vida independiente.

El éxito requiere pasión, persistencia, emoción, la capacidad de sobrevivir y, especialmente, entender el valor de un fracaso. Por eso muchas personas de las que nadie esperaba ningún logro debido a su bajo rendimiento escolar, ahora gobiernan el mundo. Ellos entienden qué significa luchar porque, a diferencia de los estudiantes excelentes, desde su infancia aprenden a manejar y superar sus fracasos. Los mismos rasgos tiene un empresario exitoso, no le da miedo tomar riesgos, ir en contra de las reglas y reglamentos, por ello puede crear algo nuevo y extraordinario.

El estudiante con bajo rendimiento escolar, por lo general, es un líder en su círculo que está dispuesto a guiar a los demás eludiendo el sistema escolar. Entre este tipo de individuos se encuentra el porcentaje más alto de las personas creativas que piensan de manera no trivial. Los psicólogos están seguros de que a estos niños simplemente no les interesa el conjunto de las disciplinas escolares. En la escuela nos enseñan que “solo puede ser así y de ninguna otra manera“, nos quitan las ganas de pensar fuera de “la caja” sobre cómo solucionar los problemas de forma distinta. Los ricos son ricos porque piensan fuera de “la caja”. A ellos nadie les dice que esto es imposible, y que va a ser así y de ninguna otra manera. Ellos escuchan, sin embargo siempre hacen las cosas a su manera y, como resultado, ganan.

Sin embargo, esto no significa que tener calificaciones bajas en la escuela te garantiza un éxito en la vida, y tampoco quiere decir que las calificaciones perfectas no son una garantía de que vas a llegar lejos. Las calificaciones solo son unas cifras en el papel. Al final de cuentas, nuestra vida está definida por el carácter, experiencia y conexiones, no por las calificaciones escolares.

Por lo tanto, si te graduaste de la escuela o la universidad de manera no tan perfecta, no te desesperes. La vida tiene una serie de altibajos. Estudiamos muchas cosas útiles en la escuela pero el conocimiento verdadero lo recibimos después de dejar el aula de clases.

 

 

2 thoughts on “¿Por qué los estudiantes de bajo rendimiento suelen ser más exitosos?

  1. Sin mayor esfuerzo de hacer memoria de los casos que conozco, me parece coincidente el artículo del periodista británico John Haltiwanger. Tal vez sea mi caso, pues no me siento un mal profesional, pero con los 26 años de trabajo en el Magisterio en el Perú puedo dar fe. No es una exageración, estudiantes a quienes «acosábamos de burro (a) en el aula y le «regalábamos notas» para que se vaya a su casa, en la vida son triunfadores. Sólo en unos años, «estos malos estudiantes» son sorprenden como excelentes profesionales, como prósperos empresarios, líderes sociales, extraordinarios padres de familia; claro algunos pocos, en los malos caminos o como malos ejemplos de la sociedad. Po lo general, los que tienen mayores calificaciones, por lo mismo las becadas (os) lo único que se les han considerado para tales calificaciones, son la obediencia a las instrucciones y percepciones de los maestros, la responsabilidad de tener cuadernos bien ordenados, tareas entregadas puntualmente, que muchas de ellas fueron hechos por otros o responder a las preguntas que el maestro quiere y que no están acorde a las necesidades de los tiempos y las necesidades. Los maestros aún no hemos aprendido a identificar ni desarrollar las inteligencias de los estudiantes. Tal vez sea por que actuamos con pasividad, sin creatividad y crítica a las teorías pedagógicas o simplemente la estamos entendiendo mal y solo no quedamos con nuestra mentalidad de hace 40 o 50 años atrás. Hay cuanto por develar y decirnos de nuestras equivocaciones……

  2. Hay que ver como alcanzan el éxito y que clase de éxito. Éxito legítimo podría ser el de Bill Gates que como Einstein, al parecer, permaneció ensimismado en lo que tenía en la cabeza y que tendría que salir algún día sin que tenga que ver la Universidad. Otros alcanzan el éxito pero porque no tienen escrúpulos para lograrlo, a costa de lo que sea. Si se investigara su vida aflorarían tal vez muchas cuestiones reprochables. Además, el éxito medido sólo por la cantidad de dinero o la fama en este mundo de cultura relativa, deja mucho que desear. El éxito más claro es el de los deportistas. Para valorar el éxito y la fama habría que tener en cuenta el nivel, la calidad y el estilo. Jesucristo no tuvo dinero y tiene fama, por ejemplo. Gracias a Él se han enriquecido muchos (iglesias y congregaciones) que están trayendo su fama por los suelos. El mundo premia o distingue a los que «son» del mundo, Él lo dijo.

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