Las trampas en los exámenes ahora serán consideradas como crímenes en China, ya que aquel alumno que sea descubierto copiando será condenado hasta con siete años de cárcel.
Esta rigurosa medida se tomó luego de presentar excesivos casos de plagio en los exámenes. Estudiantes que copian, utilizan sustitutos en las pruebas o forman parte de la trama sufrirán multas y penas de cárcel desde tres hasta siete años. Esto también incluye a los padres, según informó El Periódico.
Los alumnos utilizan material de alta tecnología para poder cumplir su objetivo. Micrófonos camuflados en los oídos, minicámaras en las gafas o dispositivos de escucha atados a una camiseta forman parte de su artillería.
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