Para salvaguardar la provisión de agua el Ministerio de Vivienda ha creado los Organismos Técnicos de Administración de Servicios de Saneamiento (OTASS), mediante los cuales se busca rescatar a las entidades prestadoras de este servicio en el país.
El índice de contaminación en los ríos de Loreto no solo continuará, sino que empeorará en el corto plazo. Esto a pesar de que el Estado invirtió, a través del Gobierno Regional, más de S/.700 millones en una planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR), que debía mitigar la contaminación y mejorar los índices de salubridad de la población de Iquitos. Sin embargo la realidad es distinta: la obra tiene serias deficiencias y no cumplirá esos objetivos.
Cientos de kilómetros al sur, en el Cusco, el Estado junto con la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA) y la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento (EPS) del Cusco SedaCusco invirtió un poco más de S/.112 millones para la construcción y operación de la PTAR San Jerónimo, la cual opera desde hace un año y ya ha comenzado a bajar los índices de contaminación del río Huatanay, en el cual desembocan los desechos industriales, comerciales y domésticos de la ciudad, según cuenta José Luis Patiño, gerente de usuarios de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass).
En tanto, en Lima, la cobertura de agua potable llega al 97% de la población, la facturación suma el 87% y el tratamiento de aguas residuales alcanzará el 100% este año con la puesta en marcha de la PTAR La Chira, según cuenta Marco Vargas, gerente general de Sedapal.
Estas realidades tan opuestas revelan una cosa: la suerte de las EPS principalmente la del interior del país depende de factores ajenos a la gestión técnica que deberían tener y camina de la mano del devenir político de la autoridad local.
Ello porque en la década de los 90, durante el gobierno de Alberto Fujimori, se trasladó el manejo de estas entidades a las autoridades políticas locales, las cuales no solo no cuentan con el personal técnico idóneo para manejarlas, sino que se presta para populismo electoral.
Producto de esa decisión, hoy el grueso de las EPS del país están literalmente quebradas. Tal es la gravedad de la situación que en promedio, a nivel nacional, de cada 100 m³ de aguas producidas, al usuario solo llegan 50 m³ y de estos solo la mitad se factura.
Esto ha traído como consecuencia que la situación financiera de estas instituciones sea tan grave que el Estado ya no puede cubrir los vacíos y para comprobarlo nos remitimos a las cifras. De acuerdo con Francisco Dumler, viceministro de Construcción y Saneamiento, la brecha de inversiones en el sector para el 2021 es de S/.53.500 millones. Si queremos cerrarla en el año del bicentenario de la Independencia del país, se requeriría invertir S/.7.600 millones al año. Pero hay un gran detalle: el sector solo puede transferir entre S/.2 mil millones y S/.3 mil millones por año a las EPS, por lo cual la brecha continuará incrementándose.
“Además, como estas instituciones están quebradas, los acreedores y la Sunat no tardarían en embargar esos recursos”, explica el funcionario.
NECESIDAD DE CAPITAL FRESCO
En este escenario es evidente que las EPS del país requieren urgente capital fresco. ¿Pero cómo atraer inversión privada a empresas quebradas? La respuesta viene de la mano de la nueva ley que crea a los Organismos Técnicos de Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS), entidades que funcionarán como comisiones de reestructuración que evaluarán y diagnosticarán a las EPS indicándoles cuál debe de ser el rumbo a tomar para que mejoren sus indicadores de cobertura y calidad de servicio.
“Esta evaluación que haga la OTASS decidirá si la EPS necesita una Asociación Público Privada o puede mantenerse por sí sola. Aunque sí creemos que es necesario incorporar la experiencia privada en estos organismos, a través de concesiones o contratos de gestión”, explica Dumler.
Pero lo más importante del ingreso del sector privado en las EPS es que ellos no solo harán posible la reducción de la brecha de infraestructura de saneamiento, sino que deben impulsar la buena gestión de la operación y el mantenimiento adecuado de las redes, variables claves para la sostenibilidad financiera de las mismas.
Fuente: El Comercio.pe