Muchas de las cosas que comemos día a día sin saberlo, a la corta o a la larga, pueden ser nocivas para nuestra salud. Dulces, alcohol, harinas refinadas, edulcorantes, etc. están presentes en la alimentación de la mayoría de la población. Tomemos conciencia de cuáles son los peores productos alimenticios que pueden afectar nuestra inteligencia.
- Productos dulces: El azúcar y los productos dulces no son sólo malos para tu cintura, sino para la función cerebral. El consumo a largo plazo de azúcar puede crear una gran cantidad de problemas neurológicos y afectar la memoria, reduciendo la capacidad de aprender. Evita productos precocidos, azúcar, jarabe de maíz y comidas con alto contenido de fructosa.
- Alcohol: Se sabe que el alcohol daña el hígado a largo plazo, pero lo que no sabías es que también provoca lo que se conoce como “niebla cerebral, una sensación de confusión mental, que afecta la capacidad de pensar con claridad y la memoria. Afortunadamente, estos síntomas son reversibles siempre que se deje de beber alcohol o al menos reducir el consumo a una o dos dosis a la semana.
- Comida basura: Un estudio reciente de la Universidad de Montreal reveló que la comida chatarra cambia la química del cerebro, genera síntomas asociados con la depresión y la ansiedad y provoca síntomas similares a los de la abstinencia. También afecta la producción de dopamina, un importante químico que genera una sensación de bienestar y que apoya la función cognitiva, la capacidad de aprendizaje, la motivación y la memoria.
- Alimentos fritos: Casi todos los alimentos procesados contienen productos químicos, colorantes, aditivos, saborizantes artificiales y conservantes que causan hiperactividad, en niños y en adultos. Los alimentos fritos o procesados destruyen lentamente las células nerviosas del cerebro. Algunos aceites son más peligrosos que otros – el de girasol está considerado uno de los más tóxicos.
- Comida procesada o precocinada: Al igual que los alimentos fritos, la comida procesada o precocinada también afecta el sistema nervioso central y eleva el riesgo de desarrollar un trastorno degenerativo del cerebro en el futuro, como la enfermedad de Alzheimer.
- Comidas muy saladas: Todos sabemos que los alimentos salados afectan la presión arterial y la salud cardiaca, pero lo que no sabías es que pueden afectar la función cognitiva y perjudicar tu capacidad de pensar. Dicho de otro modo, ¡los alimentos salados afectan tu inteligencia! Se ha demostrado que el consumo de alimentos salados y de nicotina tienen los mismos efectos que las drogas, ya que provocan síntomas de abstinencia severos y antojos.
- Cereales, excepto los granos enteros: Toda clase de granos tienen un impacto en el funcionamiento del cerebro y de la salud en general, excepto los de grano entero, ricos en fibra y que previenen el envejecimiento arterial. Si consumes granos regulares, tu cuerpo corre el riesgo de envejecer más rápido y experimentar pérdida de memoria y confusión mental. Intenta cambiar los carbohidratos regulares por los carbohidratos complejos, como la avena y la cebada.
- Proteínas procesadas: Las proteínas son los bloques de construcción de los músculos y son muy importantes para el buen funcionamiento de su cuerpo. La carne es la más rica fuente de proteínas de alta calidad, pero evita la proteína excesivamente procesada como las salchichas, salami y demás. Opte por pescado (especialmente el atún y el salmón), productos lácteos, nueces y semillas.
- Evite las grasas trans a toda costa: Las grasas trans no solo causan problemas cardiacos y obesidad, sino también son malas para tu cerebro, ya que lo hacen lento, afectan los reflejos y la calidad de respuesta – aparte del riesgo de derrame cerebral. Si se consumen durante mucho tiempo, pueden contraer el cerebro, algo similar a la contracción causada por la enfermedad de Alzheimer. Esta reducción del volumen cerebral se produce porque las grasas trans dañan las arterias.
- Edulcorantes artificiales: Es cierto que los edulcorantes artificiales contienen menos calorías que el azúcar, pero hacen más daño que bien. Si se utilizan durante mucho tiempo, pueden causar daño cerebral e interferir con tu capacidad cognitiva, especialmente si utiliza grandes cantidades a diario.
- Nicotina: Si bien la nicotina no es realmente un producto alimenticio, daña el cerebro mediante la restricción del flujo de sangre a este importante órgano, junto con el flujo regular de la glucosa y el oxígeno. La nicotina también afecta la producción y la función de los neurotransmisores apretando los capilares, los pequeños vasos sanguíneos que juegan un papel fundamental cuando se trata de la función cerebral.
Fuente: Ecoportal.net