Sumada a la ola de protestas que se generaron ayer, las principales organizaciones de base de la ciudad realizaron una marcha exigiendo una nueva comisión organizadora de la Universidad Nacional de Juliaca (UNAJ), por considerar que la actual no les genera la confianza debida en razón a sus múltiples cuestionamientos que hacen peligrar su real operatividad.
Ataviados con pancartas y lanzando arengas, los miembros de la Central Única de Barrios y Urbanizaciones de Juliaca (ACUBUJ), el SUTE y un sector de comerciantes del mercado San José, se apostaron en el frontis de la Municipalidad para expresarle al burgomaestre calcetero y algunos de sus funcionarios, el malestar que les genera los cambios abruptos en la referida comisión.
Destacaron que esos cambios obedecen a la satisfacción de presuntos apetitos particulares por parte de su presidente Ramón Serruto Colque y a algunos trabajadores ediles que ya tendrían un cargo asegurado en la casa de estudios superiores.
Ángel ZapanaAquise, secretario de cultura de la ACUBUJ, señaló que existen evidencias de la concesión de la UNAJ al clan Serruto, por lo que piden su destitución y la conformación de una nueva. Consideran también que los múltiples viajes a la capital por parte del alcalde David Mamani Paricahua y su estrecho vínculo con a UNAJ, han develado que algunos de su familiares tienen su vacante reservada.
Complementadas dichas versiones, el dirigente Ramiro Díaz, afirma que Silvia Álvarez Urbina, Gladys Álvarez Urbina y Manuel Jesús Herrera Angulo, son cuñados de Serruto, y ya estarían considerados para ser favorecidos con algún puesto laboral en a UNAJ.
Estudiantes se suman a la causa
Al contingente de manifestantes, se acoplaron algunos estudiantes del Tecnológico Público de Juliaca, exigiendo la renovación de esta comisión y el esclarecimiento de su situación real para que ellos puedan acceder a sus servicios sin el riesgo de ser estafados por una comisión cuestionada.
A la vez solicitan que el Ejecutivo, de una vez otorgue el presupuesto que requiere para su funcionamiento, y para fuentes ajenas al Ministerio de Educación no pretendan beneficiarse con algunos aportes efectuados. “Queremos que de una vez se convoque al proceso de admisión”, arengaban los jóvenes.
Valentín Chipana, argumentó que el acceder a las opciones de educación superior en la región como el que brinda la Universidad Nacional del Altiplano (UNA), con las continuas huelgas y jornadas de protestas, resulta bastante oneroso por lo que urge que el Ministerio de Economía y Finanzas desembolse pronto su presupuesto.
Fuente: Los Andes