Dos horas al día frente al televisor o a los videojuegos aumenta el riesgo de padecer este mal
En el Perú, uno de cada tres niños menores de 5 años es obeso o tiene una condición de sobrepeso con riesgo de llegar a la obesidad, alertaron voceros del Ministerio de Salud (Minsa).
El Dr. Luis Dulanto Monteverde, director general del Hospital Nacional Cayetano Heredia (HNCH), afirmó que el manejo de la obesidad en niños debe ser integral, con participación de un equipo multidisciplinario: endocrinólogo, pediatra, nutricionista, psicólogo y psiquiatra. “La estrategia más importante para prevenir esta enfermedad es la incorporación de la familia, y si no interviene en el proceso de rehabilitación del niño, poco se logra”.
El Dr. Emilio Cabello Morales, endocrinólogo pediatra del HNCH, manifestó que pasar más de dos horas al día frente al televisor o de los videojuegos aumenta el riesgo de ser obeso. “Antes los niños realizaban actividades recreativas que implicaban actividad física; en la actualidad, los menores son más sedentarios por el auge de la tecnología”, señaló.
Cabello explicó que en estos 50 años los factores ambientales -relacionados a los estilos de vida y la alimentación, y los factores genéticos son las principales causas de la obesidad en el mundo. Indicó también que hay tres maneras de enfrentar esta enfermedad: mediante un aspecto curativo (atención terapéutica de las personas), rehabilitación y prevención.
“La obesidad infantil conduce a síntomas más graves, tal como la diabetes, la presión alta, las enfermedades cardiovasculares, problemas de sueño, cáncer y otras aflicciones. También incluye enfermedades del hígado, anorexia, bulimia, infecciones en la piel, asma y otros problemas respiratorios”, advirtió Cabello Morales.
El especialista recomendó evitar el sedentarismo, adoptar estilos de vida saludables, dejar de lado las bebidas azucaradas, ingerir agua pura, consumir frutas y verduras, evitar la comida chatarra y realizar actividad física durante 30 minutos al día.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año mueren al menos 2.6 millones de personas a causa de esta enfermedad.