Un parásito transmitido por los alimentos que infecta a los gatos domésticos pueden entrar dentro del cerebro humano para requisar las células especiales del sistema inmune que lo utiliza como un caballo de Troya para entrar en el sistema nervioso central, reveló un estudio.
Los científicos creen que finalmente han descubierto el mecanismo que permite a Toxoplasma gondii – un parásito unicelular – pasar por el intestino humano al cerebro, donde puede causar cambios en el comportamiento.
Los investigadores han demostrado que el parásito puede infectar a las células dendríticas blancas de la sangre del sistema inmunitario provocando que secreten un neurotransmisor químico que permite que las células infectadas, y el parásito, crucen la barrera natural que protege el cerebro.
Toxoplasma gondii puede vivir en muchas especies diferentes, pero sólo puede completar su ciclo de vida en los gatos, que secretan el parásito en sus heces. Los estudios han demostrado que el toxoplasma afecta al comportamiento de las ratas y los ratones, los hace más propensos a ser comidos por los gatos, completando así parásito complejo ciclo de vida.
Las últimas cifras publicadas en septiembre por el programa Food Standards Agency muestran que cerca de 1.000 personas por día en Gran Bretaña – 350,000 al año – están siendo infectadas con toxoplasma, probablemente de contacto directo con los gatos o por el consumo de carne mal cocida o verduras.
Sin embargo, estudios recientes han sugerido también que el toxoplasma puede ser un desencadenante de trastornos psicológicos en los seres humanos, incluyendo la esquizofrenia, aunque la investigación no ha sido, de demostrar una relación de causa y efecto.