Las personas que padecen diabetes no deben consumir ningún tipo de jugo de frutas ni de galletas, así sean de soda o las llamadas light, ni frituras de ninguna clase, advirtió hoy el médico endocrinólogo, Helard Manrique.
Explicó que un paciente diabético debe consumir frutas enteras en una cantidad moderada y jamás en jugos ni en extractos, porque al estar licuadas el azúcar que contienen, llega a la sangre en mucho menos tiempo que si se consumen enteras.
La luz roja para el diabético la constituyen también obviamente las gaseosas azucaradas, pero además las bebidas rehidratantes.
“Solo se admite el consumo de bebidas light dos o tres veces por semana, pero nada más. Es preferible consumir una limonada con edulcorante”, indicó en diálogo con la agencia Andina.
Aconsejó asimismo erradicar de la dieta de un diabético los purés y todo tipo de galletas, aunque sean las llamadas light o integrales, porque éstas representan para un diabético demasiadas calorías.
Las frituras están igualmente vetadas para un diabético, que sin embargo, puede consumir carnes magras guisadas, horneadas, al vapor o a la parrilla.
“No hay por qué suprimir los condimentos y condenar a los pacientes a consumir alimentos desabridos”, comentó el especialista, quien es médico del Hospital Nacional Arzobispo Loayza y director del Centro de Investigación en Diabetes, Obesidad y Nutrición (CIDON).
A propósito del caso de los artistas MC Francia y Pepe Vásquez, el experto manifestó que son dos ejemplos del diabético que no tuvo control estricto ni mantuvo orden en su dieta.
Anotó que estas personas presentan las complicaciones propias de una diabetes descontrolada y que solo se manifiestan después de varios años de una vida desordenada.
“Un diabético ordenado es aquel que sabe comer, que acude a sus consultas médicas y se practica controles. Por lo tanto, su nivel de glucosa es menor a 130 miligramos en ayunas y menor a 180 dos horas después de la comida”, comentó.
Detalló que la prueba médica más importante para un diabético es la llamada Hemoglobina Glicosilada AIC, que es la que arroja el promedio de glucosa que el paciente ha tenido en los tres últimos meses y que debe ser menor al 7 por ciento para afirmar que el mal está controlado.
En cuanto al ejercicio físico, el galeno indicó que es importante y positivo si la persona está controlada porque el movimiento ayuda a que la insulina propia o la que el paciente se inyecta funcione mejor.
Pero en caso contrario, cuando la glucosa está descontrolada, el ejercicio podría empeorar la situación del paciente.
Finalmente, aconsejó a las personas que no tienen diabetes pero que tienen antecedentes familiares a que se controlen rigurosamente cada año y si tienen sobrepeso, que reduzcan al menos el 5 por ciento de su peso, para evitar el mal.
Fuente: Andina