La Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) denunció hoy ante Indecopi a cuatro editoriales acusadas de negociar con los colegios para ofrecer textos escolares a los padres de familia a cambio de comisiones para las escuelas y profesores.
El presidente de la referida asociación, Crisólogo Cáceres, explicó que la denuncia contra las editoriales Hilder, Corefo, Santillana y Bruño, es porque habrían vulnerado el derecho de los alumnos a recibir un adecuado servicio educativo y afectar los intereses económicos de los consumidores.
“Se ha detectado que están cometiendo prácticas abusivas en contra de los consumidores, que consisten en pagar comisiones ilegales y abusivas a los colegios para que recomienden y obliguen a la adquisición de los libros”, comentó.
Cáceres consideró que dicha práctica genera que los textos escolares no sean seleccionados por los docentes en función a los contenidos o a la calidad, sino por los beneficios económicos que pueden recibir, en un contexto de oferta y demanda llevada “al nivel más vil”.
El especialista en temas de protección al consumidor también señaló que el precio de los textos escolares no debería exceder los S/. 40 porque el costo de fabricación y el pago por derechos de autor y comercialización no superan dicho monto.
“Nosotros hicimos una investigación en años anteriores y determinamos que la fabricación de los libros no debía exceder los S/.10.00 y es increíble que estén costando S/. 120.00”, añadió Cáceres, en diálogo con TV Perú.
En ese sentido, pidió a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) que intervenga en la investigación para conocer los movimientos económicos implicados en el comercio de dichos libros.
Hizo extensiva su invocación al Ministerio Público para que inicie un proceso contra las editoriales en el marco de sus competencias.
“El Ministerio de Educación por su parte debería impartir una directiva que prohíba la obligación de comprar estos textos hasta que se esclarezcan los hechos”, añadió.
También solicitó al Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) que investigue estas malas prácticas; y al Congreso de la República, que prohíba la fabricación de libros desechables.
Fuente: Andina