Se tienen evidencias que en Chilca aparecen los primeros agricultores peruanos aproximadamente, hace más de 7000 años y existen estudios que confirman que este mismo hombre remonta su existencia en la zona, a más de 10,000 años.
El Hombre de Chilca, representa pues la génesis habitacional en la costa peruana y su tránsito incipiente de cazador a pescador, recolector y finalmente agricultor. Es evidente también, la influencia y dominio por estas tierras de las culturas Chavín y Tihuanaco. Los numerosos restos arqueológicos se han encargado de descubrir muestras de la técnica de construcción en donde sobresalen las pircas, paredes de tapial y otras manifestaciones a base de piedra y barro. Su alimentación estuvo basada en pallares, yuca, pescado, lobo de mar, calabazas y mariscos.
El desarrollo de la agricultura tuvo su mayor dificultad en la ausencia de fuentes permanentes de riego, a excepción del Río Cañete. Es cuando el antiguo agricultor cañetano, logró hacer brotar agua del subsuelo mediante grandes hoyadas, que eran amplias excavaciones en donde encontró la humedad suficiente para los sembríos.
Todos los reinos vecinos de entonces, fueron agrupándose en la necesidad de intercambiar productos y defenderse de las asechanzas enemigas que desde las serranías, pugnaban por conquistar nuevas tierras para la agricultura. Así se forma la Confederación del Huarco que tuvo como jefe máximo al Cacique CHUQUIMANCO.
EPOCA INCAICA
Es la época de mayor apogeo del Imperio de los Incas. El ejército del Inca Pachacútec al mando de Cápac Yupanqui incursiona por las zonas aledañas y hacia el valle del Huarco, cuyos guerreros se aprestan a defender las tierras del valle, ante la arremetida de los incas. La defensa duró cuatro años, caracterizándose por una estrategia inca, en donde el hambre y la sed fue el arma acosante para los antiguos cañetanos. La FORTALEZA DE UNGARA significó el último reducto de la resistencia de los habitantes del Huarco, ante el avance conquistador de los incas. Con la caída de la FORTALEZA DE UNGARA y otros lugares de defensa, como HERBAY, se inicia el reinado de los incas.
Al ocurrir la invasión Inka, los reinos que aún tenían su vigencia por aquel entonces, se agruparon en una Confederación para hacer frente a los Inkas, la que estuvo comandada por el Régulo CHUQUIMANCU (Gran Lanza), cuyo origen es discutible, algunos aseguran que era de Mala, otros del Huarco. El hecho es, que ya se demuestra en elevado porcentaje de evidencias, de que dicha Confederación se dirigía a conformarse en un reyno de considerables proporciones, tal como lo fue el Gran Chimu. La presencia de complejos arquitéctonicos, arqueológicos en todo el territorio cañetano, son una muestra objetiva de que hubo la presencia de conglomerados humanos que alcanzaron sobresaliente desarrollo. La autonomía que habían logrado los pequeños reinos, lo mismo que a través de la Confederación, fue por el dominio militar de los Inkas, y esta empieza en el período gubernamental del Inka Pachacútec. Los pequeños reinos pasaron a depender directamente del Cuzco; pero dada la rebeldía de los antiguos Cañetanos, se suscitaron algunas rebeliones, siendo la más conocida de la «Cacica del Huarco»; aunque este hecho no sólo se dio a nivel regional, fue un fenómeno que se da en todo el Imperio, así los levantamientos de los Chancas, Pocras, Cañares, Paltas, Xauxas, Huancas, etc.
Así , entonces, tras el dominio militar, vino el político, administrativo y económico, social; y en consecuencia los pequeños reynos de Cañete fueron incorporados como una Provincia más del grandioso Imperio Incaico.
Corría el siglo XVI, cuando los españoles invadieron el territorio del Tawantinsuyo y lograron conocer a algunos reyezuelos (convertidos a Curacas) que gobernaban los pequeños reinos de Cañete antiguo, entre los que sobresalían:
1.- Lincolo de Mala
2.- Guaraya del Huarco
3.- Francisco Ocxa de Asia
4.- Juan Coayllo de Coayllo o Coyllur
5.- Pichuy del Huarco
6.- Caciurucuna de Luanahuaná
7.- Aranvilca de Chinchay
Todos ellos dependían directamente en lo político del Cuzco, incluso algunos por su rebeldía fueron convertidos en MITAC de castigo , trasladados de un lugar a otro, pero dentro de la misma región; a tal punto que cuando se funda Cañete (5: Domingo Angulo. Revista Histórica) en 1,556 los fundadores de la Villa de Santa María notan éste suceso gente de San Pedro de Coayllo habían sido trasladados por los Incas al Valle del Huarco (en una aproximación en la parte baja de Montalván).
Desde antes de la creación de la Villa de Cañete, se crearon las encomiendas; así los primeros encomenderos españoles nombrados por Pizarro fueron: Pedro Alconchel con encomienda en Chilca y Mala, Pedro Navarro con enmienda en Calango y Coayllo, Alonso Díaz con encomienda en el Huarco y Diego de Agüero con encomienda en Lunahuaná (6: Dulanto Baltierrez. La Crónica; p.2 a 6-III-1,955); existieron después una serie de sucesiones o traspasos de las «mercedes» que recibieron los hispanos mencionados, hasta la conformación legal de la villa y después del Corregimiento, ocurrida en 1,569 cuando García de Castro crea los corregimientos (7:Valega, Virreynato del Perú 1,939 – 484). El Corregimiento de Cañete como repartición política y administrativa comprendía los curatos de Lurín, Ascención de Chilca, San Pedro de Coayllo (Mala, Calango, Aymaraes) Pueblo Viejo o San Luis Obispo, San Vicente Mártir, Runahuanac y Chincha.
Después de la Revolución de Tupac Amaru (1,780 – 1,781), los corregimientos por disposición virreynal, dada por el Virrey don Agustín de Jauregui el 08 de Enero de 1,782 (8: Valera – 484) pasan a ser partidos sub-delegaciones, y estos a la vez se subdividían en Curatos o parroquias parcialidades (ayllos) y pagos. Para citar un ejemplo, por 1,640 en Lunahuaná existían los ayllos o parcialidades siguientes:
1.- Pariaca
2.- Quita
3.- Chaupiguana
4.- Llactaguana
5.- Cancha
6.- Cachuasi
7.- Yachimarca
8.- Guacho
9.- Suero
10.- Catapalla
11.- Asunción de Paulla
12.- Marán
13.- Vichay
14.- Viañape
15.- Vichancama
16.- Langra
Por el mismo año, Pacarán componía los ayllos los siguientes:
1.- Antaguaya
2.- La Parra
3.- Suniga
4.- Suesuguaranga
5.- Ayllo Paullo
6.- Ticla
7.- Chata
8.- Pata
9.- Aco
10.- Guanaco
11.- Yana
12.- Chiri
13.- Sacaya
14.- Vinchos
Cabe aclarar, que Pacarán era parte de la jurisdicción de Lunahuaná y éste a su vez comprende del corregimiento de Cañete.
Citando otro ejemplo, San Pedro de Coayllo, en el siglo XVIII se componía de los pagos siguientes:
1.- Uquira
2.- Palto
3.- Cuculi
4.- Las Papas
5.- Pago del Gallo
6.- Pumallacta
7.- Soctsa
8.- Socsi
9.- Puquio Salado
10.- Ptopa
11.- Saquillao
12.- San Andrés
13.- Lacay
14.- Lapas
15.- Guayzo
16.- Campero
Coayllo tenía además dentro de su comisión geo-política a Mala, Ayamaraes, Calango, Asia; pero la gran sequía que sufriera éste pueblo durante el s. XVIII, el poder político administrativo se fue concentrando en San Pedro de Mara, incluso ocurrió una migración de los pobladores hacia dicho pueblo y el Huarco ( Valle de Cañete); ésta aseveración está contenida en la memoria del corregidor Sarmiento de Sotomayor (s.XVIII). Aún la más baja población de que fue presa Coayllo se vió acompañada por las usurpaciones de las tierras de la comunidad de Coayllo en Hualcará. 1974). Este tipo de hechos, es de conocimiento histórico generado durante el Virreynato y hecho extensivo a toda la República.
San Vicente Mártir, tuvo su aparición en el siglo XVIII, después que se produjera el traslado de la Villa de Cañete de San Luis Obispo al dicho pueblo. Desde el siglo señalado, San Vicente Mártir tenía dentro de su jurisdicción el Pago de Imperial, San Miguel, La Palma y las haciendas y caseríos de Montalbán o el Dulce, Herbay , Isque de Cuiva e Isque de Gómez, Pepián, Hualcará, Chilcal, La Huaca, El Algodonal, Vilcahuasi, etc.
En el caso de San Luis Obispo, aun siendo parte de San Vicente Mártir, tenía sus comprensiones en el pueblo de la Fortaleza del Puerto (Cerro Azul), las haciendas de Casa Blanca, Cerro Azul, La Quebrada, Arona, Mataratones, Santa Bárbara y tierras «incultas»; y sucesivamente San Luis y Cerro Azul logran su independencia jurisdiccional al crearse como distritos en la séptima década el siglo XIX y segunda del siglo XX.
Esta visión que se muestra, indica suvitamente la conformación geopolítica del corregimiento de Cañete; acotando además, que Chincha durante el Virreynato era parte de éste Corregimiento y anotamos que el Corregidor tenía su sede en la Ciudad de Chincha. Entonces Cañete desde el siglo XVI al XVIII (1,782) fue Corregimiento y de la fecha indicada hasta el advenimiento de la Emancipación (1,821) fue partido o Sub-delegación integrante de la Intendencia de Lima.
Para una visión global, la demarcación Política-Administrativa y territorial del Virreynato peruano, se recurre a esclarecer el asunto. En base al Arzobispado de Lima y los obispados de Trujillo, Arequipa, Cuzco, Huamanga y Puno, se erigian los corregimientos; es decir que sobre las demarcaciones eclesiasticas se erigia la demarcarcación civil (12: Valega: 1939.484). A partir de 1,782, el sistema de intendencias prosiguió sobre lo Eclesiástico, y éstas fueron 8, a saber:
1.- Lima
2.- Cuzco
3.- Puno
4.- Arequipa
5.- Huamanga
6.- Huancavelica
7.- Tarma
8.- Trujillo
Cañete, como Partido o Sub-delegación conformaba la Intendencia de Lima. Durante el Virreynato los partidos fueron en número de 56 (13: Valega 486), en consecuencia, cada partido se dividía en curatos siendo en todo el Virreynato 96. En lo Militar , existian 5 gobiernos militares: Maynas, Quijos, Huarochiri, Callao y Chilloé (14: Valega 485). Si lo expresado, lo hacemos aún más extensivo retrotrayéndonos a la época de Felipe II y Carlos V, el Virreynato abarca las audiencias de Lima, Panamá, Santa Fé de Bogotá, Charcas y Quito (s.XVI); para el siglo XVII al crearse la Audiencia de Chile y Buenos Aires fueron subordinadas al Virreynato Peruano. El siglo XVIII marca la separación de extensos territorios del Perú, al crearse los Virreynatos de Nueva Granada y del Río de la Plata, como también las Capitanías generales (15: Valega.486).
Es de importancia hacer mención la demografía del Partido de Cañete, ya que ello completará el cuadro explicado de la Historia Regional en la que se discurre.Recurrimos a las visitas y censos eclesiásticos para lograr el cometido. Se debe entender que los miembros de un pueblo, como fuerzas productivas son la base en la creación de la riqueza y de la cultura, es entonces de interes detodos los gobernantes civiles y eclesiásticos; por supuesto dicho interés se vió reflejado en las autoridades virreynales. Así por el año de 1,774, la población de Cañete se daba de acuerdo al siguiente cuadro: 1,774 LIBRES Y ESCLAVOS
San Vicente Mártir………………..1,045 Habitantes.
Pueblo Viejo o San Luis…………1,400 Habitantes.
Lunahuaná, Pacarán y Zúñiga….1,419 Habitantes.
Coayllo, Lurin y Chilca……………1,370 Habitantes.
TOTAL………………………………..5,234 Habitantes.
Excluyendo a Chincha, en cuanto a población Cañete alberga una población de 5,234 (16: Archivo Arzobispal. Visitas 1,774). Este Censo eclesiástico es el más completo que existe para el siglo XVIII. La población fue en aumento, así Eugenio Larrabure y Unanue anota que para 1,796 la «provincia» tenía 12,616 habitantes, de los cuales «3,363, eran negros esclavos y solamente 465 blancos (17: Larrabure y Unanue, E. APUNTES GEOGRAFICOS, HISTORICOS. De la Provincia de Cañete, 1,874,22).
El cuadro fisinómico histórico de Cañete que se ha presentado constituyó la herencia que recibió para la república: Territorio y Población; al mismo tiempo que se recibió como patrimonio herencial los innumerables males que aun pesisten y que es de suma prioridad extirparlos, porque ellos constituyen un obstáculo en el desarrollo justo y equilibrado de nuestra sociedad.
LA CONQUISTA HISPANA Y VIRREINATO
Cuando se produce la llegada de los españoles al Perú, gobernaban los pequeños reinos de Cañete, caciques que dependían del Cuzco. Lincolo en Mala, Guaraya y Pichuy en el Huarco, entre otros.
El valle de Mala fue escenario en ese entonces, de entrevistas entre conquistadores para negociaciones de tierras.
Mala, por su cercanía a Lima, fue lugar escogido casi, continuamente para estas situaciones.
FUNDACIÓN DE LA VILLA DE SANTA MARÍA DE CAÑETE
Carlos V quien entonces era Rey de España, encarga al segundo Virrey del Perú, don ANDRES HURTADO DE MENDOZA, MARQUEZ DE CAÑETE, la fundación de villas.
El Virrey encarga a su vez, al capitán Gerónimo de Zurbano, la ubicación de la «villa» en el fértil valle al sur de Lima. En el lugar denominado «Coaldas», actualmente entre Santa Bárbara y Cerro Azul un 30 de agosto de 1556 se funda la Villa de Santa María de Cañete.
El 17 de Julio de 1578, esta villa de apenas 21 años sufre un terremoto destruyéndose las casas y el templo a medio construir. Se traslada entonces, al actual pueblo de San Luis.
En los inicios de 1687 se inician los trabajos para edificar la nueva ciudad de San Vicente Mártir que era el centro de la jurisdicción que incluía a Imperial, San Miguel, La Palma,caseríos de Montaván, Herbay , Cuiva, Gómez, Pepián, Hualcará, Chilcal, La Huaca, El Algodonal, Vilcahuasi.
LA REPÚBLICA
La era republicana se inicia con la presencia de don JOSE DE SAN MARTIN en el Perú, denominándose a partir de entonces los departamentos, provincias y distritos. Cañete se inicia a la vida republicana comprendiendo 8 distritos : SAN VICENTE, CHILCA, MALA, COAYLLO, PACARAN, CHINCHA ALTA, CHINCHA BAJA Y LUNAHUANA.
Al crearse el 30 de enero de 1866 el departamento de Ica, son incorporados a la nueva provincia de Independencia, los distritos de Chincha Alta y Chincha Baja.
En el mismo año, se anexa a Cañete el territorio de Santa Cruz de Flores y mediante D.L. 4932 del año 1924, el territorio de Pócoto que igualmente era jurisdicción de Yauyos, pasa a Cañete.