Considerando que las penas máximas para la mayoría de delitos de corrupción no superan los 10 años y que, por ende, los plazos para su prescripción son cortos, el presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Mesía, planteó que las sanciones para los casos más graves de dichas faltas lleguen hasta los 25 años.
Los delitos vinculados a la corrupción a los que principalmente se refirió fueron a los de peculado, asociación ilícita para delinquir y concusión.
“Al elevar las penas, se eleva la prescripción. Debería elevarse a 25 años, con lo cual, sin necesidad de ser imprescriptibles, el tiempo sería lo suficientemente largo como para que el brazo legal de la justicia alcance a quienes hayan cometido delito”, explicó al magistrado en declaraciones a la agencia Andina.
A propósito, detalló que los delitos prescriben cuando sus penas máximas ven vencido su plazo, a lo que se le suma el 50% del tiempo señalado por la sanción. Por ejemplo, como los delitos por asociación ilícita tienen como pena máxima seis años, prescribirán a los nueve.
CARGA PROCESAL
Mesía negó que se incremente la carga procesal en el Poder Judicial en caso se llegue a aplicar la normativa. Para esto, dijo que solo se necesitaría conformar un grupo especial en el Congreso para que apruebe modificaciones al Código Penal.