Razones para no usar notas

Usar notas hace que evaluar se convierta en devaluar, sostiene acertadamente Alfie Kohn explicando las múltiples razones por las que esto ocurre que cualquiera puede verificar en su experiencia personal como maestro o padre de escolares (What does it mean to be well educated? Cap.9).

1). Las notas tienden a reducir el interés de los alumnos en el aprendizaje y en los temas de estudio, porque lo que interesa es sacar buenas notas (o evitar las malas).

2) Reducen la motivación de los alumnos para pensar con mayor profundidad o por esforzarse para exigirse más y asumir retos más complejos, porque prefieren lo fácil que produce buenas notas.

3) Las notas son arbitrarias, subjetivas y no informan nada. ¿Qué significa sacarse 16 o B en matemáticas? Por lo demás, poner notas supone preparar pruebas que tengan un formato que sea sencillo de evaluar lo que aún bajo el nombre de pruebas objetivas lleva una enorme carga de subjetividad en la elección de parte del profesor del tema, estilo de pregunta, alternativas de respuestas y valoración de la respuesta correcta. (Diferentes profesores ponen notas diferentes a la misma prueba. A veces el mismo profesor una semana después pondría una nota diferente a la misma prueba).

4) Distorsionan el currículo que se orienta a contenidos evaluables con ejercicios entrenables y exámenes.

5) Distraen mucho tiempo de alumnos y profesores.

6) Estimulan la copia de los alumnos (para no quedar mal con el resultado).

7) Contaminan negativamente la relación profesor-alumno y las relaciones entre alumnos que compiten, quedan jerarquiados por las notas, avergonzados, resentidos, burlados,  con tensión entre pares.

8) El peor caso es el de la evaluación “por curva” que parte de principio que no todos pueden obtener la mejor nota. Es decir, por definición habrá los “mejores” y los peores” repartidos en una escala que procura marcar diferencias más que estimular la excelencia de todos.

Hay gran cantidad de investigación que sugiere eliminar el uso de las notas o letras y en cambio hacer evaluaciones cualitativas personalizadas, que además se fijen en los avances, intereses, reflexiones y actitudes  de los alumnos más que en el logro de ciertos estándares arbitrarios que apelan a la motivación extrínseca para el aprendizaje escolar.

Fuente: El Tiempo