Qué hacer para cambiar la conducta negativa de un niño

hijo negativo

Cuando un grupo de madres se reúne para charlar, uno puede escuchar de todo. Que el hijo de una no duerme, otro que no come, otro que sigue haciendo pis en la cama,… Parece ser que todo son problemas… Lo último que escuché y que me llamó la atención fue la preocupación de una madre por la actitud negativa que tiene su hijo. Por lo que ella nos contó, su hijo tiene una postura negativa sobre sí mismo y sobre todo y todos a su alrededor, desde que se levanta hasta que se acuesta.

Postura negativa de niños

Cuando uno educa a un niño le estará dotando de responsabilidades y de compromisos: Hacer los deberes, recoger los juguetes, ser bueno, comer bien, hacer la cama,… Son tareas que exigen un esfuerzo por parte del niño. Hemos de vigilarnos para no exigir en demasía de nuestros hijos. Cuando nos pasamos, los niños lo sienten. Si el niño no consigue llevar a cabo todas las tareas, puede sentirse frustrado e incapaz, sentimientos que pueden llevarle a la negatividad. El niño pensará que haga lo que haga no conseguirá sus objetivos, y empezará a decir NO a todo y a todos. Rechazará sugerencias, ideas, e incluso paseos, y a participar o a cooperar en algunas actividades. Y con el tiempo, eso puede convertirse en un hábito malo para él y para los suyos.

Convivir con un niño negativo requiere mucha paciencia, comprensión y tolerancia. Y sobre todo un manejo positivo de la situación. Si tienes un hijo con actitudes negativas, sería bueno que siguieras algunos consejos:

1- No te dejes ofender por el NO de tu hijo. No confundas el NO con la falta de respeto. Tu hijo solo te estás «preguntando» si realmente tendrá que hacerlo. Use tu sentido de humor para voltear el tema.

2- No castigues a tu hijo por decir NO. No le castigue por lo que dice y sí por lo que haga. Pásatelo por alto del tema para no prolongarlo.

3- Ofrezcas otras opciones a tu hijo. Que él elija entre ir al cine o al circo, qué jugar, qué fruta comer, o qué ropa poner… Eso le dará más libertad y control de decisión.

4- Demuestra a tu hijo que hay cosas que él puede protestar y cosas que no. No le permita hacer preguntas cuando sólo hay una sola respuesta aceptable. Es mejor decirle «lo siento, pero tienes que hacer los deberes», que «Cómo no hagas los deberes, ya verás».

5- No exijas cambios drásticos de actividad. Antes de pedir a tu hijo que está jugando en el patio con sus amigos, a que suba a casa, dile que todavía le queda cinco minutos para jugar.

6- No seas muy exigente con tu hijo. No le cargue de demasiadas exigencias. Evite la discusión excesiva. Motívale positivamente.

7- No tengas una postura negativa con tu hijo. Recuerda que muchas de las actitudes o posturas que tienen los hijos, buenas o malas, provienen de sus padres, de cómo se portan delante de las tareas que afrontan en su día a día. Los niños ven, imitan, y muchas veces de una forma involuntaria. Antes de etiquetarnos a nuestros hijos de mal educados, perezosos, indecisos, negativos, impulsivos o rebeldes, sería conveniente que mirásemos antes a nosotros mismos y reflexionáramos sobre nuestras actitudes.