Entre 2000 y 2015. En el Perú no hubo mayor esfuerzo presupuestario para la educación, según estudio. En la más reciente evaluación, nuestro país ocupó el último lugar.
Este año, miles de estudiantes peruanos de 15 años, tanto de colegios públicos como privados, volverán a rendir la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés). Este es el informe internacional que en el 2013 abrió un debate, luego de que el país obtuviera puntajes lejanos al promedio y ocupara el último lugar en todas las competencias: matemática, comprensión lectora y ciencias.
Este proceso, que incluye a naciones industrializadas o de ingresos medios, tiene al Perú como un participante voluntario. En su más reciente edición (2012), los países latinoamericanos estuvieron encabezados por Chile (51); luego, figuraban Uruguay (55), Brasil (58), Argentina (59), Colombia (62) y, finalmente, Perú (puesto 64).
Durante su participación en esta prueba (2001, 2009 y 2012), el país logró mejorar los resultados de calidad, aunque lo hizo a costa de aumentar su desigualdad, según revela el reciente estudio «América Latina después de PISA: lecciones aprendidas de la educación en siete países (2000-2015)», del investigador argentino Axel Rivas. Ello se basa en un análisis de la calidad, contexto social, equidad y organización del sistema educativo.
«Perú era en el 2009 el país con mayor segregación social entre escuelas de todos los participantes de ese año en la prueba PISA», sostiene Rivas.
En ese sentido, explica que a diferencia de los otros seis países analizados (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay), el Perú es el único que tuvo un incremento en la brecha de resultados entre los segmentos (cuartiles) de mayor y menor nivel socioeconómico.
El estudio señala que, debido a que partió de un punto muy bajo, el Perú es el país que más avanzó en las evaluaciones de lectura. «Las pruebas de matemática y ciencias no son estrictamente comparables entre el 2000 (el Perú participó en el 2001) y el 2012, pero si se observa el puntaje se constata un crecimiento similar al de la prueba de lectura», considera Rivas.
No obstante, uno de los puntos a destacar es que en nuestro país no existen evaluaciones nacionales en el nivel secundario para comparar los resultados de la prueba PISA.
En relación con la inversión, el informe indica que si bien el presupuesto para la educación creció mucho, lo hizo junto al PBI, por lo que no existió un mayor esfuerzo presupuestario a favor del sector, como ocurrió en los otros seis países.
Sobre las reformas en las carreras docentes, también se precisa que durante el periodo estudiado en el Perú hubo rupturas con los sindicatos. Sin embargo, se registraron incrementos salariales, los cuales siguen siendo inferiores a los de Chile, México y Argentina; y se aplicaron en distintas épocas.
Claves
El estudio mide la evolución de siete países de la región en las pruebas PISA entre el 2000 y el 2012. También incluye a la población de 15 años que no rindió este examen.
Axel Rivas pertenece al Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento.