La importancia de la escritura en los niños
La ortografía es el conjunto de normas que regulan la escritura y una de las tareas más complejas para los niños es aprender a escribir, sin embarzo, la importancia de la escritura en los niños es fundamental. Hoy en día, la tecnología aplicada a la comunicación atrapa a los jóvenes. Pero los nuevos códigos de comunicación, por su rapidez y pragmatismo, llevan la economía lingüística a extremos que pueden eclipsar el valor del lenguaje hablado y escrito. Es un problema que detectan los profesores. En la actualidad, la era de las comunicaciones, al correcto aprendizaje de la lengua materna no se le da el valor debido ni por parte del estudiante ni de la sociedad en general.
Aprender a escribir
Una de las tareas más complejas es el aprendizaje de la escritura, que no se realiza de forma tan natural, como sucede con la palabra hablada. No solo supone la adquisición del código escrito, sino también un cierto grado de desarrollo intelectual y afectivo. Pero escribir nos permite dar permanencia a nuestros contenidos mentales, estructurar el razonamiento, jugar con la lengua, guardar en la memoria de la humanidad el tesoro cultural.
Cómo se comunican los jóvenes
La juventud actual se sirve, ciertamente, de la lengua escrita para sus comunicaciones personales a través de los SMS y del correo electrónico, pero la expresión es, en realidad, calco de la oral, resultado de la escasa reflexión, de ahí las incoherencias de tipo lógico y sintáctico, la pobreza en el uso del vocabulario e, inclusive, las faltas de ortografía. Tales escritos, fruto de la despreocupación por la forma, contraria al acto de la escritura de otros tipos de comunicación en los que existe una mayor concentración y tensión, no dejan de ser una manifestación jergal, pues quien tiene conocimiento del código escrito sabe emplearlo debidamente en el resto de los actos comunicativos.
Faltas de ortografía en los niños
La corrección ortográfica es un componente más dentro del dominio del lenguaje escrito. Nuestra ortografía es clara, sencilla, adaptada a la lengua oral. Realmente a quien respeta el sistema de escritura, cualquier falta ortográfica no solo le molesta visualmente sino que, inclusive, puede, momentáneamente, llegar a impedirle el reconocimiento de la palabra.
Y ¿cómo llegar a escribir correctamente, empleando acertadamente las letras y signos auxiliares de la escritura? Adquiridas las destrezas primeras de lectura y escritura, comienza su enseñanza, que debe basarse principalmente en la memoria de la imagen visual de la palabra, más que en el aprendizaje de las reglas.
Lo fundamental es la adquisición del hábito de escritura correcta, con una metodología de carácter reiterativo para reforzar la memoria visual. En este sentido, uno de los ejercicios más utilizados es el dictado, cuyo texto debe ser conocido previamente para que la imagen y la estructura de las palabras dudosas sea grabada con corrección. El dictado será de verdad un instrumento de aprendizaje si atiende a la triple imagen correcta de la palabra: auditiva, visual y motriz, en el aspecto de que, al final del proceso, debe ser escrita sin errores, además de conocido su significado.
Todo ello exige un esfuerzo de concentración, revisión y autocorrección, que llevará a la automatización deseada. La representación errónea tiende a repetirse, de ahí la importancia de la formación de una primera imagen ortográfica correcta. Los ejercicios de creación narraciones, cartas, adivinanzas, poemas, trabalenguas, cómics, situaciones varias de escritura, con temas atractivos, motivadores, servirán también para reflexionar sobre la ortografía, analizando aciertos y errores.
El diccionario debe ser una herramienta necesaria para comprobar la forma de la palabra y relacionar la misma con otras de su familia léxica. No olvidemos, por último, lo obvio, la total relación entre lectura, ortografía y escritura. El buen lector tiene un mayor dominio de las técnicas para expresarse por escrito. En definitiva, desarrollar la capacidad de respetar el funcionamiento de la lengua es tarea no solo de la escuela sino también del medio familiar y social. Y ¡qué poder mágico de veintinueve letras para componer infinitos escritos!
Pilar García Rebollo. Profesora de I.E.S.