Hijo de una modesta familia agricultora, Julio Cesar Tello Rojas nació en la provincia limeña de Huarochirí el 11 de abril de 1880. Desde pequeño destacó por ser inteligente, por ello le auguraron éxito en la vida.
Concluyó sus estudios secundarios en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Poco después conoció a Ricardo Palma, personaje que le ofrecería un empleo en la Biblioteca Nacional, donde empezó a interesarse por la arqueología y la antropología.
Decidió seguir la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, concluyendo sus estudios en 1909.
Considerado ya un intelectual, la Universidad de Harvard le ofrece una beca para doctorarse en Antropología y Arqueología, en 1911.
Años después visita Europa para ampliar sus conocimientos científicos, y poco después se casa con la inglesa Olive Chessman.
A su retorno, fue nombrado director del Museo Nacional y empieza a recorrer todo el país con el fin de realizar trabajos de campo, haciendo valiosas investigaciones y aportes en cuanto a las culturas Chavín, Paracas, Nazca, Tiahuanaco, Pachacámac, Ancón y otras.
Su gran vocación humanística lo llevó a dictar cátedras en la Pontificia Universidad Católica y la Universidad San Marcos. Fue diputado entre 1919 y 1929, período en el cual presentó proyectos de ley en favor de la Protección y Conservación de Monumentos Históricos; y de la Reforma Universitaria, donde se enfatiza la investigación, la formación de docentes y la capacitación de profesionales a través de becas.
Ocupó el cargo de Diputado por Huarochirí ante el Congreso del Perú entre los años 1917 y 1929. Fundó el Museo de Arqueología Peruana en 1924. Descubrió las culturas Chavín y Paracas. Sostenía que las culturas autóctonas del Perú son producto de la experiencia del hombre en estas tierras y no por influencia foránea. Realiza largas investigaciones y viajes de exploración por todo el Perú.
La piedra angular de su teoría es la «Cultura Chavín» (1,500 a.n.e.), a la que consideró como matriz de las culturas peruanas prehispánicas. Las investigaciones realizadas demuestran que la ruta cultural del hombre en el Perú se inició miles de años antes que Chavín , y si bien, no fue exactamente como lo propuso Tello, si ha quedado plenamente demostrado el origen autóctono de la cultura peruana.
A los 67 años de edad, Julio C. Tello contrajo cáncer a los ganglios, falleciendo el 3 de junio de 1947 en el hospital Arzobispo Loayza, dejándonos un legado inigualable.
Como un homenaje al sabio peruano, mediante Resolución Suprema Nº 115-ED-86 del 01 de julio de 1986, se estableció la fecha del natalicio de Tello, como el Día del Arqueólogo Peruano, expresando un reconocimiento al profesional de la arqueología en nuestro país.