El delito más execrable que se puede cometer en la sociedad es la violación sexual, y este es más aborrecible si es cometido contra un niño. Esta semana el ultraje a dos menores de edad despertó el repudio de la población. Primero, fue un niño de 8 años, que hoy se encuentra entre la vida y la muerte en el hospital Hipólito Unanue luego de que su padre lo violara e intentara degollarlo en un cerro en Santa Anita. La segunda víctima es una niña de 11 años que resultó embarazada por las constantes violaciones de su progenitor.
Moisés Muñante Ortiz y Fabián Yupanqui son los responsables de este delito. El primero fue detenido, el otro violador escapó al verse descubierto.
El perfil de un violador
Para saber cómo piensan y actúan estos abominables agresores sexuales, personal especializado de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) elaboró el identikit criminal de los violadores en su estudio “Perfiles de criminales: Una aproximación psicosocial hacia el criminal y sus víctimas”.
Según este estudio existen dos tipos de violadores: el violador con coraje y el violador con poder. El primero típicamente es un extraño, y ataca a su víctima utilizando un cuchillo u otra arma sin temor de lastimar o matar. El segundo casi siempre es alguien que la víctima conoce y rara vez amenaza con violencia: aparte de la violación, no lastima a la víctima.
En el aspecto psicológico de esta investigación se indica que el 80% de los violadores comete su delito para experimentar poder y control sobre su víctima. Además, los agresores sexuales de niños racionalizan sus actos y suelen decir, con total cinismo “al chico le gusta”, “esta es la manera que le demuestro cómo lo quiero”.
Actúan de modo premeditado
Otro comportamiento que demuestra el actuar premeditado de los violadores es que siempre buscan víctimas fáciles, en general chicos que están deprimidos, solitarios, o los que ya conocen y confían en ellos. Incluso hacen un esfuerzo para que la familia de la víctima “confíe” en ellos.
Los también llamados “boy lovers” (amantes de niños) presentan un nivel bajo de autoestima y se sienten mucho más seguros con los menores. La mayoría de ellos han sufrido abusos de pequeños, sin embargo, existe otro grupo de violadores que busca humillar y doblegar a niños, esto porque en su infancia pudo haber sufrido un desprecio de otros niños.
La madre es cómplice
Según la psiquiatra Carmen Valencia Alvarado del Centro Terapeútico del Perú, a los violadores les excita la debilidad del niño. Además tienen un cómplice: las madres.
“Existe la perversidad materna, aunque la sociedad no lo acepte. La mujer ve a su hijo como un objeto que no tiene identidad, por eso ocurre que cuando su marido viola a su hija, la madre dice que no puede creer que él haya hecho eso. No lo dicen por inocentes sino por su incapacidad de ver a sus hijos como un persona. Se ciegan ante su miedo del abandono de esta pareja, que está tan enferma como ellas, por eso llegan hasta a proteger al depravado”, dijo.
El comportamiento de las madres es detectado por los violadores que siente a las mamás como un cómplice porque dejan tan vunerables a sus hijos”, explicó la especialista.
Ya sabe como actúan y piensan estos depravados. Esté alerta.
Delitos que se denuncian pocos se castigan
Las últimas cifras del Registro Nacional de Detenidos y Sentenciados a Pena Privativa de Libertad Efectiva (Renadespple) (2009), 591 personas fueron detenidas por el delito contra la libertad sexual. De ellos 94 fueron detenidos por violar sexualmente a menores de 14 años.
En ese año, de los detenidos por violación sexual contra un menor de edad solo 22 recibieron la máxima sanción, es decir, la cadena perpetua.
Es lamentable que este registro no cuente con cifras actuales, pues como lo señaló la ONG Acción por los Niños, este registro dará a conocer el número de detenidos y sentenciados por violación sexual, eso ayudará a que la población sienta que las víctimas encuentran justicia.
Según Teresa Carpio , directora de Save the Children, existen penas severas para estos sujetos, pero se necesita de jueces que las hagan cumplir. El gobierno debe invertir en programas de prevención, declaró.