La importancia del dibujo infantil.
El dibujo infantil es una actividad artística que puede ser vista y evaluada desde diversos ámbitos profesionales, es una herramienta de trabajo que nos puede aportar datos exploratorios, revelándonos información que no está a simple vista. Es considerado como un lenguaje exquisitamente rico y singular, con el poder de ir más allá del verbo hablado, por lo que tiende a ser para el niño una forma de expresión y pensamiento.
Los dibujos elaborados por los niños son mucho más que trazos, colores y representaciones, representan un factor esencial en el desarrollo del niño y son un medio de expresión no verbal, ya que a través del dibujo buscan decirnos cosas que tal vez verbalmente no puedan expresar. El dibujo es descubierto por los niños cuando están muy pequeños y junto al juego se convierte en un modo natural de expresión. En tal sentido el dibujo viene a ser uno de los indicadores de lo que le está pasando a un niño en su proceso de desarrollo.
El dibujo como medio de expresión infantil
El niño desde que comienza su desarrollo físico, emocional e intelectual, se encuentra influenciado por diversos esquemas culturales, sociales y/o familiares, entre otros. Sus vidas serán afectadas por dichos factores, por lo que debemos estar atentos y buscar brindarles las mejores herramientas que lo preparen para la vida adulta. Es justamente a través del dibujo que el niño puede expresar su mundo interior con el medio que lo rodea y con la práctica continua se facilitarán los procesos de escritura.
Cuando un niño hace un dibujo su mente está abierta a transmitir procesos cognitivos, emocionales y psicomotores, por lo que debemos aprender a leer entre líneas, sin embargo su apreciación dependerá de la oferta de diversas experiencias, cognitivas como; viajes, paseos, cuentos, películas, fotografías, texturas, etc., como parte de estas experiencias no podemos dejar de un lado las emociones en donde el reconocimiento de un adulto significativo y el amor juegan un papel fundamental para el niño.
Etapas del dibujo infantil.
Las Etapas del dibujo infantil es otro punto importante a considerar, ya que, evoluciona de la misma manera en que los niños crecen, y van incorporando en sus dibujos nuevos elementos que podemos apreciar según la madurez de los niños , entre las etapas más marcadas tenemos: el garabateo, distinción de la figura humana y objetos, dibujos con formas geométricas y distinción de la realidad.
Aunque cada niño tiene un desarrollo y habilidad particular las características que aquí se describen pueden ser consideradas dentro de una norma o mayoría, sin embargo eso no significa que niños más pequeños estén en una etapa u otra, u otros casos.
Entre los 2 y 3 años, el niño imita líneas horizontales, verticales, semicírculos y en ocasiones hace cierre en los semicírculos, posteriormente va incorporando líneas onduladas y círculos, se puede apreciar continuidad de las líneas que anteriormente eran segmentadas, comienza a imitar líneas oblicuas y en cruz. A partir de los 2 años intentan representar la realidad sin embargo no les sale.
Entre los 3 y 4 años, el niño intenta comprender la representación objeto-realidad siendo capaz de imitar algunas figuras, decide lo que va a dibujar y puede ponerle nombre a sus garabatos, ya que se aprecia una intención en el dibujo, sin embargo no siempre constituye un verdadero dibujo. Comienza a mejorar sus habilidades motoras, agarre del lápiz, control de trazos, uso de colores, etc. Ya logra distinguir la figura humana y se aprecia el monigote y representaciones de objetos.
Entre los 4 a los 5 años, se da el simbolismo descriptivo, el dibujo de la figura humana se hace como esquema imperfecto y se aprecia desproporción de las partes del cuerpo
Posteriormente está más definido el realismo a partir de los 6 hasta los 8 años de edad, el niño busca que su imagen se acerque a la realidad, comienza a agregar detalles.
De los 9 hasta los 12 años el niño ha alcanzado una madurez motora que le permite una realidad visual, comienza a agregar dimensión al contorno y silueta, comienza a mostrar el perfil de los objetos y a dibujar en perspectiva y superposición.
A partir de los 14 años, los dibujos muestran una expresión más reflexiva, son más elaborados por lo que les toma mucho más tiempo terminarlos.