De los 130 congresistas, 59 son invitados por los partidos políticos y son justamente los protagonistas de los escándalos en el Parlamento
Da vergüenza saber que al menos 40 de los 130 congresistas afrontan investigaciones en el Ministerio Público y procesos judiciales. Pero resulta aun más indignante que el propio Parlamento pudo evitar la presencia de estas personas y no le dio la gana.
Hace cinco meses los congresistas Víctor Andrés García Belaunde (Acción Popular) y Mauricio Mulder (Apra) presentaron dos proyectos de resolución legislativa que planteaban modificar el artículo 8 del Reglamento del Congreso, a fin de impedir que los legisladores electos con procesos judiciales ejercieran funciones.
El asunto se discutió en la sesión plenaria del 16 de junio, pero las bancadas del nacionalismo y del fujimorismo, bajo el argumento de la presunción de inocencia, se tiraron abajo la iniciativa y la mandaron de vuelta a la Comisión de Constitución. Hoy, la mayoría de legisladores cuestionados es precisamente del partido oficialista y de la mayor bancada de oposición. Vaya coincidencia.
¿Y LOS RESPONSABLES?
¿Quiénes se encargaron, en Gana Perú y Fuerza 2011, de reclutar a estos controvertidos personajes acusados por delitos que van desde hurto agravado y proxenetismo, hasta homicidio?
“La verdad es que no sé. Cuando me enteré de que no iba a ser candidato me desentendí”, reconoce el ex legislador nacionalista y ahora embajador del Perú en Cuba, Víctor Mayorga, mientras que el integrante del CEN de Gana Perú, Edgardo Olórtegui, se limitó a decir: “No conozco. Yo no sé, sinceramente” .
La semana de representación del Congreso hizo más difícil el contacto con los legisladores oficialistas en los últimos días, pero el representante por Lima Sergio Tejada sí dio algunos alcances. “A todos se les pidió una hoja de vida, un plan de trabajo así como antecedentes judiciales y policiales. Los que resultaron elegidos se presentaron a una asamblea general de delegados donde se evaluó caso por caso, hubo algunas tachas hasta elaborar la lista final”.
INVITADOS INDESEADOS
El proceso de precandidatos en Gana Perú empezó en noviembre y terminó en enero con la decisión de las bases. Al inicio, el portal del partido publicó 9 requisitos, entre ellos: estar afiliados al Partido Nacionalista por lo menos dos años antes de la fecha de las elecciones internas, contar con título profesional o bachillerato, no tener condena por delito doloso, no tener o haber tenido condena penal y no cargar con deudas alimentarias.
¿Qué pasó entonces? La respuesta está en la lista de invitados. La bancada de Gana Perú está compuesta por 47 legisladores, 25 están inscritos en el partido y 22 no son afiliados. ¿Quiénes están en este último grupo? Pues nada menos que Amado Romero (vinculado con la minería informal), Celia Anicama (ofrece servicio de cable pirateado) y Wilder Ruiz (60 denuncias y 28 procesos judiciales abiertos).
La Ley de Partidos Políticos autoriza un 20% de invitados en las listas parlamentarias. Pero son las cúpulas las que deciden quién y qué lugar ocupan. “Está pendiente averiguar cómo fue ese proceso de selección. Quiénes fueron los responsables”, señala Tejada.
EL COMITÉ FUJIMORISTA
En Fuerza 2011 los responsables sí están identificados. Jaime Yoshiyama lideró el comité, el ex congresista Carlos Blanco Oropeza fue el coordinador y la psicóloga Wendy Takahashi se encargó de evaluar a los postulantes.
“Inicialmente formamos un equipo de 10 personas, entre ellas Takahashi, quien trabajaba para una empresa de captación de personal. Al resto prefiero mantenerlo en reserva, pero había ex congresistas, ex ministros y ex funcionarios. Todos habían vivido o tenían alguna relación con distintas zonas del país. El objetivo era buscar a quienes no hubiesen tenido participación política previa. De preferencia gente con carácter social o gremial”, explica Blanco.
Pero el problema del fujimorismo es conocido: no existe como partido. El propio Alberto Fujimori se ingenió la manera de aferrarse al poder formando cinco agrupaciones políticas. Hasta enero de este año Fuerza 2011 tenía 4.249 afiliados, una cifra minúscula comparada con los 148.857 de Perú Posible y ni qué decir de los 232.642 del Apra. Hoy, la bancada tiene solo 5 militantes inscritos. Seis vienen de las otras agrupaciones fujimoristas y 26 son invitados.
“Eso nos afectó. Teníamos que salir a buscar gente. Los más calificados no querían entrar en política y otros no querían participar con el fujimorismo”, admite Blanco. Este período de búsqueda empezó a fines del 2009 y se extendió hasta setiembre del 2010. Luego, otro equipo de 10 personas viajó a entrevistar a los seleccionados. Cada precandidato pasó por cuatro entrevistas, además de una serie de filtros de tipo psicológico, policial y hasta financiero.
LA PRESIÓN DE LAS BASES
Una de las personas captadas fue Lidia Cortez Ñaca, reconocida herbolaria puneña y organizadora de las ferias de artesanía más importantes del país. Cumplía todos los requisitos. Le dieron el número 1 en la lista por Puno, pero no entró al Congreso. El que salió elegido fue el número 2, Francisco Ccama Layme, actualmente investigado por presunto delito ambiental.
¿Cómo llegó? Por las bases. Según Blanco, a medida que se acercaron los comicios, los comités distritales de las distintas agrupaciones fujimoristas fueron llevando a sus propios candidatos y presionando para que integrasen las listas. En concreto, metieron a sus amigos. Así llegó, por ejemplo, Néstor Valqui en Pasco, quien hoy sabemos está sentenciado por proxenetismo. En el despacho de Blanco aún se conserva la hoja de vida que entregó Valqui a Fuerza 2011. Con total desparpajo ocultó su sentencia y aseguró que en el único proceso que había participado era como testigo del choque de una camioneta en el 2009.
¿Las bases tienen la culpa? “No. No podemos sacudirnos de nuestra responsabilidad. Nosotros evaluamos a todos. Solo los que fueron a la reelección no pasaron por el comité”, responde Blanco, quien reconoce que fallaron. ¿Se llegaron a subastar cupos parlamentarios al mejor postor? El ex congresista rechaza tal posibilidad.
Pero Fuerza 2011 no tiene excusas. Desembarcó hasta cinco candidatos de sus listas parlamentarias en plena campaña electoral y todos por denuncias periodísticas. Entre ellos, el cantante ‘Pepe’ Vásquez (invitado), por no aclarar una presunta relación con narcos y a Óscar Cáceres (invitado) luego de que trascendiera que había sido jefe de seguridad de Vladimiro Montesinos. En La Libertad ubicaron al ex ministro del Interior Octavio Salazar como cabeza de lista y se les ocurrió colocar en el número cuatro al abogado William Galindo (invitado), presunto defensor de delincuentes y extorsionadores. Y no faltó una denuncia por cobro de cupos para encabezar la lista de Junín.
¿Fueron errores? ¿Los agarraron de sorpresa? Cuesta creerlo.
SEPA MÁS
ANICAMA BUSCÓ A FUERZA 2011
Antes de llegar a las filas de Gana Perú, la congresista Celia Anicama, hoy acusada de vender servicio de cable con señales pirateadas, quiso postular por el fujimorismo. Su ex esposo y ahora pareja Eloy Yong Meza (quien en 1998 estuvo en las filas de Somos Perú, en el 2000 se pasó al FIM y en el 2006 recaló en Sí Cumple) envío su hoja de vida al comité de selección de Fuerza 2011, pero no la tomaron en cuenta.
TAMBIÉN SON RESPONSABLES
El papel de los jurados electorales especiales está hoy en evaluación. Eran el segundo filtro de las hojas de vida de los 1.690 candidatos al Parlamento y además debían analizar las tachas. El JNE ha asegurado que tomará medidas disciplinarias contra quienes no cumplieron su función.
CADA 5 AÑOS SE REPITE
En el 2006, el JNE dio a conocer que 214 candidatos a los comicios regionales y municipales mintieron en sus hojas de vida, entre ellos 156 que no informaron sobre sus antecedentes penales. La mayoría vinculados al narcotráfico.
Fuente: El Comercio.pe