Por lo menos el 50% de los casos de bullying (violencia escolar) no se denuncia por indiferencia o porque los responsables de las escuelas no quieren inmiscuirse en el problema, advirtió hoy la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria.
Lourdes Sandoval, coordinadora de proyectos de la ONG, indicó que durante el 2014 se registraron en el portal Síseve del Ministerio de Educación 2,029 denuncias de bullying y en el 2015 un total de 3,640 casos, pero que estas cifras no son reales y que existe un subregistro de, al menos, 50%.
“Hay colegios que no acceden al portal de Síseve, sobre todo en las regiones y los profesores muchas veces no quieren inmiscuirse. También hay casos escondidos que, aunque se denuncien, se quedan en el camino”, comentó en el programa Tiempo Real de Andina Radio Online.
La especialista mencionó que en una encuesta realizada hace un tiempo por la institución a la que representa reveló que el 81% de los entrevistados señala que hay violencia y maltrato hacia los niños de parte del personal del colegio, ya sea profesores o trabajadores administrativos.
Señales de alerta
Sandoval instó a los padres a mantenerse alerta ante algunas señales que podrían estar dando los niños que son víctimas de bullying, como un cambio de actitud hacia el colegio.
“Si un niño se levanta tarde para ir al colegio, se niega a ir a clases, si se para en la puerta del colegio a llorar y no quiere entrar, hay que detenerse a pensar qué está pasando”, advirtió.
Muchas veces, dijo, los padres, por el apuro de irse a trabajar, regañan a sus hijos sin preguntarles qué les pasa, los obligan a ir al colegio y no indagan las razones de su negativa.
“No podemos esperar a que nos avisen del colegio que a nuestro hijo lo botaron por la escalera o lo lanzaron por una ventana. Siempre hay que mantenernos alerta sobre las señales que nos estén dando sin hablar”, anotó.
Aseveró finalmente que el problema del bullying no debe ser tratado simplemente con una sanción al agresor y la atención a la víctima sino que debe abordarse desde los espectadores, es decir toda la escuela que ve la agresión y no hace nada “como cuando en la calle te roban, todos miran y nadie reacciona”.
Fuente: andina.pe