Con el transcurrir de los años el magisterio estatal fue ganando beneficios que otros empleados públicos no los tenían. El reglamento de la Ley del Profesorado (1990), consagró que los docentes de aula con jornada laboral ordinaria tienen sesenta días de vacaciones al finalizar el año escolar y los siguientes días de descanso con goce de haber: (a) un mínimo de diez días durante las vacaciones escolares de medio año; (b) un día de permiso por onomástico y otro por el Día del Maestro; (c) hasta tres días al año por motivos personales, con autorización del Director.
Estos beneficios fueron suspendidos por la Ley de Carrera Pública Magisterial que solo redujo los días de descanso con goce de haber a las vacaciones de fin del año escolar.
Con la aprobación de la Ley de Reforma Magisterial y su reglamento los docentes nuevamente vuelven a ganar muchos de los beneficios instaurados en la Ley del Profesorado. Durante las vacaciones escolares no estarán obligados a asistir a sus centros educativos; tampoco el día de su onomástico ni el Día del Maestro. Incluso si el onomástico cae un día no laborable podrán gozarlo el primer día útil siguiente. A estos beneficios pagados por el Estado hay que añadir siete causales de permiso y doce de licencia por las que el profesor puede no asistir a su centro laboral.
A lo dispuesto por el reglamento de la Reforma Magisterial recientemente se suman los alcances de la Ley Nº 30012 que dispone, en el caso de familiares con enfermedad en estado grave o terminal o que sufran accidentes graves, que los trabajadores del sector público y privado tendrán hasta siete días de licencia con goce de haber. Ésta puede prorrogarse hasta treinta días a cuenta del derecho vacacional, e incluso hasta dos meses, pudiéndose recuperar con horas extraordinarias ¿Si son más de dos hermanos los que trabajan, deberá concedérsele la licencia a todos? ¿Cómo se confirmará la veracidad de los certificados que demuestren la gravedad de un pariente cercano en un país en donde sabemos que estos documentos son muchas veces comprados? ¿Cómo se financian los días no laborados, y en el caso de las escuelas, cómo recuperar clases perdidas?
A estas normas también debemos añadir los feriados no laborables dispuestos por el gobierno para fomentar el turismo interno y los feriados que también existen en provincias celebrando sus festividades regionales. Ante esta situación las preguntas que surgen son ¿Cuántos días dejan de trabajar los profesores durante el año? ¿Es posible que aun empezando las clases los primeros días de marzo se pueda cumplir con las jornadas oficiales de trabajo anual en la educación básica que varían desde 900 horas hasta 1,200, dependiendo del nivel de enseñanza? Ciertamente que no. Además, en muchas zonas rurales el año escolar no empieza en marzo sino pasados varios días de abril y los niños a veces estudian solo dos o tres horas al día. También se recuerda que Perú es uno de los pocos países donde la formación en primaria y secundaria dura once años; en la mayoría de otros países son doce años, con lo que la brecha de horas de formación se profundiza. Estas normas no son la manera de lograr estudiantes más calificados en un mundo cada vez más competitivo.
Por: Hugo Díaz
Fuente: http://blogs.educared.org/politicasdeeducacionenelperu/
Lo tomaré en cuenta…