El 16 de octubre de cada año, se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).1 Su finalidad es concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945.
El objetivo de celebrar el Día Mundial de la Alimentación es la de concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Los “Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición” son el tema central del Día Mundial de la Alimentación que se celebra 16 de octubre, promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). A pesar de los progresos realizados, hoy en día cerca de 842 millones de personas en el mundo sufren desnutrición crónica.
“Los modelos insostenibles de desarrollo están degradando el medio ambiente, amenazando a los ecosistemas y la biodiversidad que serán necesarios para nuestro abastecimiento futuro de alimentos”, señala LA FAO en un comunicado. Si bien los esfuerzos de los Estados y de las agencias de la ONU han permitido reducir drásticamente el número de personas que padecen hambre (más de mil millones en 2009), el número de personas con malnutrición – que sufren de una o más deficiencias en micronutrientes (vitaminas y otros)- alcanza los 2 mil millones. La malnutrición afecta a 26% de niños que presentan un retraso de crecimiento y 1,4 mil millones de personas con sobrepeso, de acuerdo a la FAO.
Para el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que proporciona ayuda de emergencia a 80 países, es imperativo aumentar rápidamente el número de madres y niños que reciben productos nutricionales especializados. “Si la comunidad internacional invierte 1,2 millones de dólares por año durante cinco años para reducir las deficiencias de micronutrientes, la disminución de la mortalidad infantil y el impacto positivo en las ganancias futuras podrían llegar a 15,3 mil millones de dólares”, indica el PMA, citando a expertos.
Más de 840 millones de personas siguen padeciendo hambre en todo el mundo y aún más sufren carencias de micronutrientes. Hasta ahora, los esfuerzos mundiales no han bastado para alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, y el objetivo de desarrollo del Milenio conexo, de reducir a la mitad el número de hambrientos para el año 2015. La biodiversidad es un aliado clave en la lucha contra la malnutrición. Su protección es algo que no podemos permitirnos olvidar.