Como cada segundo miércoles de octubre, el mundo celebra la conciencia, el compromiso, la alianza y la ciencia en función de la prevención de lo que resulta súbito.
El día Mundial de la Reducción de Los Desastres Naturales fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1990 y, aunque fue dejado de lado en el año 1999, se retomó en el 2001 para promover una cultura mundial reducción, tal como reza su nombre. Bien dicen que es mejor prevenir antes que lamentar, un refrán que en el Perú es importante promover.
Vale recordar ahora los cuatro puntos claves que promueve esta fecha: aumentar la conciencia del público respecto de los riesgos y la vulnerabilidad de los desastres; lograr el compromiso de las autoridades de cada estado; estimular alianzas interdisciplinarias; y aumentar los conocimientos científicos sobre el tema. Con estos objetivos se busca comprometer a la sociedad en conjunto para trabajar en la reducción de las pérdidas humanas y materiales antes los siniestros.
Es importante tomar conciencia de que habitamos una zona expuesta a riegos constantes de desastres naturales como el terremoto y maremoto en Lima de 1746, el alud en Ancash de 1970, y por supuesto el terremoto de Concepción (Chile), el terremoto del 2007 sucedido en la ciudad de Ica de Perú, siendo uno de los más catastróficos en la historia de nuestro país. El sismo alcanzo los 8.0
Ante desastres de estas magnitudes ¿cuántas perdidas se habrían evitado si viviéramos una cultura de prevención?