Cada 25 de noviembre, por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, como resultado de un creciente movimiento internacional para acabar con esta trágica epidemia que devasta las vidas de mujeres y niñas a nivel mundial.
La fecha fue elegida en memoria del brutal asesinato en 1961 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante de turno Rafael Trujillo.
Razón por la que, en la actualidad, se invita a los gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a que realicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia contra la mujer.
Porque resulta abrumador descubrir que hasta 80% de las mujeres maltratadas, encuestadas por la Organización Mundial de la Salud, consideran que esa violencia es justificada. Siendo así que la ONU esmera esfuerzos año a año, para reducir esta terrible cifra; hoy en día, también la ONU trabaja para la mujer y su desarrollo.
Sin bien es cierto que muchas están logrando una plena realización personal, laboral, profesional, etc.; detrás de ellas existe un sin número que son vejadas por una presunta supremacía masculina. De aquellos que se excusan en el falso deber de educar y corregir a las mujeres, tal y como dicen en nuestros andes: “Mas te quiero, más te pego”.
Porque desde luego, el Perú no está exento de estos índices, ya que se calcula que actualmente, seis de cada diez mujeres son víctimas de violencia física en sus relaciones de pareja.
Tan sólo en el año 2001, las denuncias por violencia familiar ante la Policía Nacional del Perú en Lima y Callao fueron 32 mil 861, mientras que en el año 2000 se recibieron 28 mil 265 denuncias por maltratos físicos y psicológicos.
Y como bien han de suponer, estas cifras no reflejan la realidad total por ser un problema generalmente ocultado por la víctima, ya que del 42% de las personas que han sido maltratadas o golpeadas, menos de la mitad pide ayuda a una persona cercana y tan solo 1 de cada 5 acude a una institución.
Como verán, aún estamos muy lejos de una solución, pero se está avanzando.
En varios lugares del país, la Policía Nacional ha creado las Comisarías de la Mujer y en cada comisaría de distrito se cuenta con una oficina especializada para atender estos casos.
El Ministerio de la Mujer ha creado Centros de Emergencia a nivel nacional, pudiendo también encontrar Defensorías del Menor y Casas de Refugio para personas maltratadas. Sin poder dejar de mencionar la loable labor del Centro de la Mujer Peruana que otorga una completa asesoría a las víctimas de tan terribles actos.
Es Increíble que jactándonos de nuestro progreso tecnológico y cultural, necesitemos de un Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Pero es evidente que en un país en el que casi 50% de las mujeres reportan haber sufrido violencia física por parte de su pareja, aún queda mucho camino por andar.