Uno de los altares de sacrificios humanos más antiguos del Perú, que habría levantado la sociedad moche hace más de 1.000 años, fue hallado en la cumbre del cerro Campana de Trujillo, reveló hoy el arqueólogo Régulo Franco Jordán, director del proyecto Huaca El Brujo.
“Hemos descubierto el escenario en donde se decapitaba a los hombres sacrificados para luego arrojarlos hacia al abismo, como parte de los rituales que se practicaban hace más de 1.000 años”, dijo Franco.
La estructura tiene aproximadamente un metro y medio de altura, está formada por tres escalones de 50 centímetros de longitud y tiene una roca en la superior, semejante al Intihuatana de la ciudadela inca de Machu Picchu, explicó. Está ubicado en la parte más alta de la montaña, a 1.002 metros, justo en el pico central que da hacia el precipicio.
Agregó que la hipótesis planteada coincide con la representación encontrada en antiguos ceramios moche, en los que se aprecia una gran montaña de varios picos con personajes que parecen caer.
El especialista sostuvo que el descubrimiento permite conocer más sobre los ritos que se realizaban en el antiguo Perú, por lo que invocó el apoyo al sector público y privado para continuar con las investigaciones y la protección del sitio.
Dijo que investigaciones anteriores permitieron descubrir elementos arqueológicos de importancia como geoglifos antropomorfos y geométricos en la llanura desértica; el templo del águila, un lugar de adoración a esta ave, cercana a un cementerio precolombino, y las andenerías, usadas como campos de cultivo.
El cerro Campana se encuentra a 16 kilómetros del centro de Trujillo, capital del departamento norteño de La Libertad.
Fuente: El Comercio.pe