Con tan solo la Nueva Ley Universitaria en agenda, es muy posible que mañana, en su sesión ordinaria N° 10, la Comisión parlamentaria de Educación apruebe los dos últimos capítulos (XV y XVI) así como las disposiciones complementarias transitorias y finales, a pesar de las objeciones de rectores, docentes y estudiantes.
Con ello, este dictamen quedaría listo para ser debatido en el Pleno del Congreso.
Para el congresista Yonhy Lescano, este apresuramiento por sacar este texto legal antes de que finalice la presente legislatura «va a generar más problemas que beneficios».
«(Esta ley) se debe discutir con tranquilidad en marzo del próximo año para perfeccionarla. Es muy prematuro aprobar una ley que va a generar marchas y protestas de toda la comunidad universitaria. Además, hay que tener en cuenta que esta norma tiene una serie de vacios que no resuelve los problemas reales de la universidad, como es el tema del lucro», señaló.
En esa misma línea, también criticó que no se haya considerado ningún artículo referido al medio pasaje universitario, tan demandado por los estudiantes; ni tampoco las becas para los mejores alumnos.
Por otro lado, Lescano se manifestó a favor de que la universidad sea supervisada y fiscalizada, pero no a través de un solo organismo, como lo sería la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Suneu).
«La Suneu va a monopolizar todo, y tarde o temprano entraría la corrupción. Por eso he propuesto que sean varias las instituciones que se controlen entre sí», planteó Lescano, quien pidió al titular del mencionado grupo de trabajo, Daniel Mora, que le dé paso a una mayor discusión, por ser lo más prudente y mesurado.
Respecto a la posible aprobación de la ley, el rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Pedro Cotillo Zegarra, expresó su preocupación, ya que al no respetar la autonomía universitaria desconoce la libertad de enseñanza y subordina a las universidades al poder político al exigir el permiso del gobierno para aprobar planes de estudio, programas y escuelas.
«Lo que se hace es obligar a los estudiantes a recibir solamente enseñanzas sobre temas que el gobierno disponga, autorice y desee. Resulta altamente preocupante encargar el sistema universitario al Gobierno a través del Ministerio de Educación, sabiendo que el nivel educativo básico escolar alcanza los más bajos niveles de Latinoamérica», dijo en un pronunciamiento público.
Por ello, Cotillo solicitó al Congreso, que antes de tratar en el Pleno el dictamen del proyecto de la nueva ley universitaria, que esta sea prepublicada por un plazo prudente a efectos de que nuevos aportes sirvan para mejorarla.
ALGUNOS PUNTOS PARA DEBATIR
Las disposiciones transitorias que se debatirán mañana plantean que una vez promulgada la ley, la Asamblea Universitaria de cada universidad cese sus funciones, pero que rectores, vicerrectores y otros funcionarios sigan en sus cargos hasta la nueva elección.
La nueva asamblea que sea elegida tendrá 120 días para elaborar un nuevo estatuto y remitirlo a la Suneu. También propone que las universidades estén obligadas al proceso de acreditación ante el Sineace. Si luego de 7 años no logran licencia de funcionamiento, será cancelada.
Fuente: La República.pe