Tras dos años. Prueba para docentes tendrá modificaciones. Hay confusión sobre supuesto nombramiento para “todos” los aprobados. Van 56.000 plazas preliminares.
A casi dos semanas de que más de 315 mil docentes rindan la prueba escrita del concurso de nombramiento, crecen los cuestionamientos en torno a los cambios en su contenido y a los anuncios del Ejecutivo para este proceso, programado tras dos años de suspensión por la pandemia y denuncias de filtración.
Como ya lo había advertido este diario, la denominada Prueba Única Nacional (PUN), que se aplicará el 9 y 11 de diciembre, ya no contará con dos subpruebas de razonamiento verbal y matemático, sino medirá estos contenidos en una sola de “habilidades generales” (25 preguntas), la cual no tendrá un puntaje mínimo como sucedía antes. Esta se aplicará con otra de conocimientos pedagógicos de la especialidad, la cual sí requerirá de una puntuación mínima.
“Lo más cuestionable del concurso es la modificación de la PUN. Creo que los modelos son perfectibles, pero deben hacerse en función a la evidencia. Es una pena que haya perdido ese filtro, es importante que quienes ingresen a la carrera demuestren la competencia de comprensión lectora”, señala Giuliana Espinosa, exdirectora de evaluación docente del Ministerio de Educación (Minedu).
Esto forma parte de la etapa nacional, que será clasificatoria. Tras ello sigue la fase descentralizada, que mide el desempeño en el aula, y donde se ha reducido el puntaje máximo en entrevistas y elevado el de experiencia profesional. “Se han introducido elementos antes retirados (…). Por un curso de 16 horas dan 1 punto y por un doctorado 3. Es un retroceso en una línea que buscaba ser profesionalizante”, detalla Espinosa.
Pero lo que también ha generado confusión son las declaraciones del Minedu, el cual ha referido que se nombrará a “todos los docentes” que hayan aprobado o superado el puntaje mínimo en las dos etapas del concurso.
El experto en legislación magisterial Manuel Paiba subraya que no se debe confundir las declaraciones políticas con la norma técnica, la cual establece -como en otros años- que el orden de mérito determina la asignación de plazas hasta donde estas estén vacantes. “Cuando ya no hay plazas disponibles, es imposible nombrar”, explica uno de los gestores de la Ley de Reforma Magisterial.
“Dichas declaraciones posiblemente se refieran a que, como hay un número de plazas bastante alto, existen probabilidades de que haya plazas para todos los que aprueben. Pero nadie sabe cuántos van a aprobar. Eso se verá después de consolidar los puntajes”, añade.
Este diario solicitó un vocero al Minedu, pero no hubo respuesta. No obstante, lo último que señaló es que “el postulante que apruebe las dos etapas y no logre nombrarse o no ha seleccionado un colegio, recibirá una ‘propuesta de plazas’ donde podrá nombrarse”.
Por ahora, hay más de 56.000 plazas preliminares, siendo Lima y Loreto, las que concentran el mayor número (ver cuadro). Sin embargo, a estas se deberán añadir alrededor de 40.000 que antes eran eventuales y ahora son orgánicas.
En años como el 2018 se ofertaron 35.915 plazas y el 2019, 24.590; pero al final se cubrió el 28% y el 18% respectivamente.
Castillo detrás de cambios en Ley de Reforma Magisterial
El presidente Pedro Castillo ha señalado que habrá 80 mil nombramientos y ha pedido al Minedu “reconocerle los años de servicio a los docentes y ubicarlos en la escala que corresponde”. También demanda cambios en la Ley General de Educación para que “los contratados no mendiguen un nombramiento”.
Paiba señala que para cambiar drásticamente el concurso se requiere modificar la Ley de Reforma Magisterial. En tanto, sobre los cambios este año, Espinosa dice que se da un enfoque de derecho laboral, cuando debe ser el derecho del niño a una educación de calidad.
Fuente:larepublica.pe