En esta Fecha conmemoramos el aniversario de la batalla de Huamachuco, librada entre peruanos y chilenos, el 10 de julio de 1883. Este hecho nos legó invalorables enseñanzas de bravura y heroicidad de parte de nuestros soldados, que pese a la derrota por la superioridad numérica de enemigo demostraron que en la infausta guerra del Pacífico nunca se rindieron.
Andrés Avelino Cáceres, gestor y ejecutor de la notable Campaña de la Breña, luego de perdidas las batallas de San Juan y Miraflores, y ocupada Lima por las fuerzas chilenas, se retira a la sierra donde logró juntar un ejército en base a campesinos y agricultores, aunque mal equipados lucharon con valentía y heroísmo.
Cáceres reuniendose con Recavarren siguieron la ruta de Llanganuco con dirección a Huamachuco, y en Tulpo supo que el comandante Gonzáles conducía a Huamachuco tropas chilenas de refuerzo. Deciden intervenirlo el 6 de julio pero Gonzáles se les escapa, entonces en junta de guerra acordaron atacar Huamachuco, para abrirse paso hacia Cajamarca y batir a Iglesias que quería firmar el tratado. Al día siguiente toman la posición estratégica del cerro Cuyurgo y Gorostiaga abandona la localidad situando en Sazón.
Las fuerzas de Gorostiaga ascendía a 2200 y las de Cáceres a 1600 hombres, encontrandose ambos regimientos el 10 de julio.
Cuando Cáceres vio el avance chileno hacia su derecha, la hizo reforzar, con la misión de perseguir a los fugitivos. En la llanura de Purubamba se libera una violenta batalla cuerpo a cuerpo cediendo terreno los chilenos. Después de dos horas los peruanos eran dueños de Sazón. Las fuerzas Chilenas se retiraron, era el momento para sestar el golpe final. Pero la falta de armamentos, municiones y bayonetas convirtió la victoria en desastre.
Como resultado de esta derrota, los peruanos heridos en batalla fueron rematos por los chilenos, Cáceres, Recavarren y secada se retiran dirigiendose a Ancash, mientras en el campo quedaban el Coronel Tafúr, Jefe del Estado Mayor, el General Silva, el Coronel Luna y la mayor parte de los comandantes de División. El Coronel Leoncio Prado, capturado herido a los dos días fue fusilado. El Brujo de los Andes, el Mariscal de la Breña, desde Mollepata, lanzó su manifiesto ofreciendo su vida por la causa nacional.
La resistencia peruana alcanzó su mayor gloria en esta batalla, en la cual nuestros soldados y sus heroicos jefes pusieron de relieve todo su valor, hasta agotarse las municiones, demostrando a las fuerzas de ocupación todo su coraje y patriotismo.