Tres profesores narran sus experiencias en las aulas y lo que significa vivir de la docencia. 300 marcharon ayer en la Caminata por la Educación celebrando su día por adelantado. Alcaldesa Villarán anunció recuperación de 100 colegios del Cercado.
Si Gladys Morales, Martha Aurora Ojeda Vera y Luis Alberto Alejos Flores volvieran a nacer otra vez se harían maestros nuevamente, y sin dudarlo. Eso lo tienen claro.
En sus décadas al lado del pizarrón y frente a rostros ávidos por aprender, ellos también han aprendido mucho.
La profesora Gladys, por ejemplo, con sus 22 años de docente, sabe ahora que el maestro peruano tiene que cargar con sus plumones y tizas para poder hacer la clase y seguir cosechando buenos alumnos.
Es en realidad por resultados como esos (que vienen cargados de sonrisas sinceras) que sigue en la lucha y marca la diferencia.
Todo eso a pesar de que la paga no es mucha: mil soles en promedio es lo que lleva a casa cada fin de mes y con eso debe mantener a toda su familia. “El sueldo no es suficiente. Todos los maestros tenemos que hacer milagros con lo que recibimos. Esa es la realidad”.
Tan dura es su economía que aún rememora que hace dos años, en retribución a sus 20 años de servicio, le dieron un aumento de 126 nuevos soles. “Una burla”, dice.
Una profesión divina
Igual se siente la maestra Martha Aurora, quien con 33 años de servicio percibe apenas 1.100 nuevos soles. “Imagínese cómo vivo”, nos dice, pero aun así considera que no se equivocó al escoger esa profesión que forma y transforma vidas. Ella y solo los que son como ella saben lo gratificante y divino que es estar al frente de tanto niño inocente, y lo que significa educarlo, despertar su imaginación, sus ganas de instruirse.
“No saben lo que se puede lograr si a los niños de tercer grado se les enseña las fracciones heterogéneas. Hasta los niños con retardo mental que no hablan pueden aprender muchas cosas si tienen un maestro dedicado a su lado”, asegura, orgullosa, pues cuenta que así lo hizo con un alumno suyo.
Por eso también sigue y seguirá bregando desde su sindicato (el Sutep) porque el magisterio sea solo uno y los maestros tengan todos los derechos necesarios para trabajar si preocupaciones ni estrechez.
Materia viva
Pero en tanto eso sea posible, el profesor Luis Alberto seguirá trabajando “con esa materia viva” que lo llena de vida así pasen los años.
Aunque también reconoce que las condiciones de la educación en el Perú aún son críticas y no solo por el salario. Los alumnos que recibe en sus aulas, a causa de la pobreza, llegan agotados, mal alimentados, con problemas de casa, y todo ello –dice– perjudica su avance en las aulas.
“Quisiera hacer algo, quisiera hacer más, pero con los 1.017 soles de mayo y de los meses anteriores es difícil”, asegura. No le alcanza para capacitarse.
Por eso cree que este miércoles 6 de julio, Día del Maestro, ningún docente está en condiciones de celebrar. Al contrario, ese día junto con otros educadores realizarán una marcha pacífica para evidenciar y protestar por su realidad.
Caminata por la educación
Justamente porque el maestro merece un trato un digno, la alcaldesa Susana Villarán le rindió ayer homenaje a los profesores en una Caminata por la Educación, que se desarrolló en las primeras 20 cuadras de la Av. Arequipa. “Estamos caminando porque la educación necesita que caminemos y corramos por ella, y los maestros por su dignidad”, dijo la alcaldesa, tras sostener que la educación peruana necesita una verdadera revolución educativa.
Claves
Descentralización. El proceso de transferencia de los colegios a la comuna capitalina ya se inició, dijo la alcaldesa de Lima Susana Villarán, pero indicó que no se puede hacer en tan solo 45 días.
Colegios. Lima Metropolitana asumirá cerca de seis mil colegios públicos. En el Cercado son cien. “Pero no solo es asumir las escuelas, hay algunas en pésimo estado que tenemos que recuperar. Hay algunas que son realmente deplorables”, señaló.
Fuente: La República