Abuso de antigripales puede desencadenar intoxicaciones, somnolencia y taquicardia

El uso indiscriminado de antigripales se incrementa durante el cambio de estación y constituye una peligrosa costumbre que puede ocasionar diversos daños a la salud, como intoxicaciones (con cuadros de náuseas, mareos y desmayos) y hasta taquicardia u otras afecciones cardiovasculares.

Así lo advirtió hoy el titular de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), Víctor Dongo Zegarra, quien exhortó a la población a no abusar de estos fármacos y más bien acudir al médico cuando presenten síntomas de gripe.

“Es común que por el cambio de clima los casos de gripe aumenten; sin embargo, el abuso de antigripales, fármacos con sustancias descongestionantes, antialérgicas, antitusígenas, antipiréticas (contra la fiebre) y analgésicas (reducen el dolor), durante más de siete días, puede desencadenar en daños a la salud.”

Asimismo refirió que entre las reacciones adversas más comunes por el abuso de dichos fármacos están el dolor de estómago y las náuseas; y entre las más graves y peligrosas, las hemorragias y los problemas cardiovasculares, que podrían conducir a la muerte.

Grave riesgo

Tras destacar que el abuso de antigripales en menores puede encubrir enfermedades respiratorias de mayor cuidado y gravedad como el asma o la neumonía, enfermedades que requieren de una atención inmediata, Dongo Zegarra recordó que los antigripales, así como los medicamentos para la tos, no deben usarse en menores de 2 años.

“Los menores pueden estar padeciendo de un ataque de asma o neumonía y los padres deben llevarlos a tiempo al médico; de lo contrario, ponen en riesgo su salud e inclusive su vida. En ninguno de estos casos los menores deben hacer uso de antigripales. Es más, si uno lee los insertos de estos fármacos, así como de los medicamentos para la tos, se advierte que no deben usarse en menores de 2 años”, enfatizó.

No todas las gripes requieren de antibióticos

Finalmente aclaró que, por tratarse de una infección viral, la gripe común no se cura con antibióticos y advirtió que su uso innecesario genera resistencia a ellos en el organismo de las personas, lo que hace inútil su prescripción cuando realmente sea necesario utilizarlos.

“El problema es que el uso inadecuado de antigripales demora el diagnóstico y en el caso de los antibióticos causa resistencia, y cuando realmente se necesite el fármaco no servirá”, concluyó.